Un Marlon Brando al que no dejaron serlo
Volvemos a hablar de un actor, para descansar un poco de tanta rubia y de tantas curvas (rubias y morenas) con las que empezamos la andadura del blog. Ahora le toca a otro ilustre actor secundario: John Saxon.
John Saxon luchó tanto por el estrellato como el anteriormente comentado, Stephen Boyd. A John Saxon no se le cruzó ningún Mesala en su camino, pero a punto estuvo. Corrían los años cincuenta y su origen italiano (sus padre eran inmigrantes en el barrio neoyorkino de Brooklyn) jugó en su contra, en unos años en que el racismo y la xenofobia estaban arraigadísimos en los Estados Unidos. Algunas de las películas que acabó interpretando Marlon Brando fueron pensadas para él, pero nunca acabó de convencer a los productores como futura estrella. Así que no le dieron la oportunidad de un protagonista.
Volvemos a hablar de un actor, para descansar un poco de tanta rubia y de tantas curvas (rubias y morenas) con las que empezamos la andadura del blog. Ahora le toca a otro ilustre actor secundario: John Saxon.
John Saxon luchó tanto por el estrellato como el anteriormente comentado, Stephen Boyd. A John Saxon no se le cruzó ningún Mesala en su camino, pero a punto estuvo. Corrían los años cincuenta y su origen italiano (sus padre eran inmigrantes en el barrio neoyorkino de Brooklyn) jugó en su contra, en unos años en que el racismo y la xenofobia estaban arraigadísimos en los Estados Unidos. Algunas de las películas que acabó interpretando Marlon Brando fueron pensadas para él, pero nunca acabó de convencer a los productores como futura estrella. Así que no le dieron la oportunidad de un protagonista.
En Apaolassa (no confundir con la reciente película del mismo título dirigida e interpretada por Ed Harris) a punto estuvo de conseguirlo pero, al final, el papel fue a parar a manos de… adivinen… Marlon Brando. Saxon tuvo que aceptar a regañadientes un papel secundario en dicha película, que en España la titularon Sierra prohibida. La dirigió con gran personalidad un prometedor director que después no dio de sí lo que se esperaba de él: Sídney J, Furie. Otro papel que le birló Marlon Brando fue el de El rostro Impenetrable, para el que John Saxon se había preparado concienzudamente. Tanto Apaolassa como El Rostro… tenían como protagonistas a personajes mexicanos. John Saxon hubiera sido mucho más adecuado para estos papeles, pero, como ya hemos dicho, la industria no estaba por la labor de facilitarle las cosas a un latino. Saxon fue encasillado en el principio de su carrera en papeles de mexicano o de indio, o de mestizo. Así, su papel más recordable es quizás el de la dramática y emotiva película de John Huston, en la que la que las pasabas canutas era un encantadora y dulce Audrey Hepburm, precisamente por ser mestiza. O india, adoptada desde recién nacida por una familia blanca que ocultó siempre su procedencia hasta que eso se descubre, con las consecuencias dramáticas que puede suponerse. Su carrera (la de Saxon) avanzaba por los años sesenta sin pena ni gloria y su deterioro físico y su calvicie le presagiaban un final inminente. Pero he aquí que Bruce Lee, un actor oriental que quiere abrirse paso en Hollywood, prepara una modesta película de artes marciales y le contrata para un papel de cierta importancia. La película Operación dragón (1.972), es una sensación que no solo lanza al estrellato a Bruce Lee sino que, a John Saxon le da un nuevo empuje que lo mantiene en candelero por otra temporada, en la cual rodó todo tipo de géneros, siempre en papeles secundarios.
Un ramillete de títulos son: El jinete eléctrico (Sídney Pollack), con Jane Fonda y Robert Refford, Pesadilla en Elm Strett (sin comentarios), La muchacha que sabía demasiado (comentada en mi blog Cartel Nostalgia), Puño mortal (más mamporros)… y hasta series de televisión. Así hasta llegar al año dos mil en el que hace su última película, Justicia final, que no es precisamente un broche de oro para ninguna filmografía. Actualmente deberá estar muy apartado del mundo pues nada se dice de él.
En sus buenos tiempos se le atribuyeron numerosos romances, como estaba mandado, pero su dos más conocidos fueron con Linda Cristal, la posterior mamá de Romina Power y con la griega Gia Scala, de fugaz paso por Hollywood tras ser una de las protagonistas del gran éxito comercial, Los cañones de Navarone.
Jhon Saxon no pudo conseguir ningún papel importante, pero sus trabajos como eficaces secundarios y su sex-appeal asilvestrado y profundamente varonil les abrieron las carpetas de estudio de cantidad de jovencitas que llevaban su foto en las cubiertas. Sólo hasta que empezó a quedarse calvo ya modificar su anatomía con algún que otro Michelin.
Gracias, amigo Oz.
ResponderEliminarYa he visitado tu blog. Eres un gran experto en el tema que tratas y lo haces estupendamente. Nos seguimos leyendo.
Un abrazo.