Sean Penn, carne de Oscar
Un lugar donde quedarse es una insólita película protagonizada por Sean Penn que ha sido nominada
en Italia a trece premios David de Donatello, los equivalentes
italianos a los Goya Españoles.
Mejor película
Mejor música original
Mejor maquillaje
Mejor sonido
Mejor vestuario
Mejor montaje
Mejor peluquería
Mejor escenografía
Mejores efectos visuales
Mejor fotografía
Mejor canción original
Mejor película
Mejor director - Paolo Sorrentino
Mejor guiónMejor música original
Mejor maquillaje
Mejor sonido
Mejor vestuario
Mejor montaje
Mejor peluquería
Mejor escenografía
Mejores efectos visuales
Mejor fotografía
Mejor canción original
La película incide en el inagotable tema del Holocausto judío desde un punto de vista diferente y actual. La expectación en Italia ha sido enorme y se espera que su éxito sea a nivel internacional. Esstá producida por Italia, Francia e Irlanda y como vemos su reparto es casi enteramente norteamericano.
Cheyenne es un judío cincuentón, antigua estrella del rock, que sigue la estética gótica y lleva una vida aburrida de prejubilado en Dublín. La muerte de su padre, con el que hacía tiempo que no se trataba, lo lleva de vuelta a Nueva York, donde, a través de la lectura de algunos diarios, reconstruye la vida de su padre en los últimos treinta años, en los que se dedicó a buscar obsesivamente a un criminal nazi que se había refugiado en Estados Unidos.
Con una inexorable lentitud y sin capacitación alguna como investigador, Cheyenne, contra toda lógica, decide continuar la tarea de su padre y emprende la búsqueda del nonagenario alemán a través de Estados Unidos.
Cheyenne SEAN PENN
Jane FRANCES Mc DORMAND
Mordecai Midler JUDD HIRSCH
Mary EVE HEWSON
Rachel KERRY CONDON
Robert Plath HARRY DEAN STANTON
Dorothy Shore JOYCE VAN PATTEN
Como él mismo DAVID BYRNE
Jane FRANCES Mc DORMAND
Mordecai Midler JUDD HIRSCH
Mary EVE HEWSON
Rachel KERRY CONDON
Robert Plath HARRY DEAN STANTON
Dorothy Shore JOYCE VAN PATTEN
Como él mismo DAVID BYRNE
“En lo que a mí se refiere, cada película debe ser una caza desenfrenada a lo desconocido y al misterio, no tanto para encontrar una respuesta como para seguir manteniendo viva la pregunta.
Durante la preparación de esta película, una de las muchas preguntas que me planteaba constantemente se refería a la vida secreta, misteriosa, que en cualquier rincón del mundo se ven obligados a llevar los criminales nazis, hombres que en la actualidad tienen la apariencia de ancianos inocuos y afables, pero que cometieron el peor de los crímenes: el exterminio de un pueblo.
Para sacar de su madriguera a uno de esos hombres se requería una caza y para que haya una caza hace falta un cazador. Y aquí entra en juego otro elemento de la película: la necesidad instintiva que tengo de insertar en la acción dramática un componente irónico. Para ello, junto a Umberto Contarello, empecé a descartar las hipótesis del cazador "institucional" de nazis y poco a poco llegamos a un personaje completamente opuesto: una antigua estrella del rock lenta y perezosa, lo bastante aburrida y cerrada en su propio mundo autorreferencial como para que sea, aparentemente, la figura más alejada de la insensata búsqueda por todo Estados Unidos de un criminal nazi, que con toda probabilidad ya estará muerto.
El fondo del gran drama del Holocausto y su aproximación a un
mundo opuesto, fatuo y mundano por definición, como el de la música
pop y de uno de sus representantes, me pareció una combinación lo
suficientemente "peligrosa" como para dar vida a una
historia interesante. Porque creo que solo en el peligro del fracaso
el relato puede vibrar con autenticidad. Espero haber esquivado el
fracaso.
Cheyenne
Cheyenne es infantil pero no caprichoso. Al igual que tantos
adultos que han permanecido anclados a su infancia, tiene el don de
conservar solo los aspectos más limpios, conmovedores y soportables
de los niños. Su voluntaria y prematura retirada del escenario le
obliga a llevar una vida que no sabe muy bien cómo enfocar y se
arrastrando entre el aburrimiento y un ligero estado depresivo.
Flota. Y a menudo los hombres que flotan encuentran en la ironía y
la ligereza la única posibilidad decente de estar en el mundo.
Un enfoque diferente del Holocausto
No se puede decir que he hecho una película sobre el Holocausto.
UN LUGAR DONDE QUEDARSE está ambientada en nuestra época y
en ella solo se atisba aquella enorme tragedia como por unas
rendijas, a través de tímidas intuiciones o deducciones. Pero lo
que sí quería es que el telón de fondo del Holocausto angustiara
el hoy del relato de esta película. He intentado hacerlo desde un
punto de vista diferente. La película se concentra, sobre todo, si
bien con un pudor que dicta mi biografía, sobre otra columna
central: la ausencia, que por definición posee siempre una
presencia, de la relación entre padre e hijo.
Inconscientemente, seguro que ha habido muchas referencias cinematográficas, pero de forma consciente tengo que decir que mientras hacía UN LUGAR DONDE QUEDARSE pensé a menudo en esa obra maestra de David Lynch que es A straight story. Una historia verdadera (1999).
Inconscientemente, seguro que ha habido muchas referencias cinematográficas, pero de forma consciente tengo que decir que mientras hacía UN LUGAR DONDE QUEDARSE pensé a menudo en esa obra maestra de David Lynch que es A straight story. Una historia verdadera (1999).
Un lugar donde quedarse obtuvo en e festival de Cannes el premio
del Jurado Ecuménico. Se estrenará en España el próximo día 11
de Mayo.