¿Qué fue de Baby Esther?
El segundo largo del catalán Jaume Collet-Serra, incide de nuevo en el mismo género de su debut, la desmadrada La casa de la cera. Allí, un irrelevante remake de la estupenda cinta de André De Toth Los crímenes del museo de cera (1953). No olvidemos que veinte años antes, ya hubo una primera versión dirigida nada menos que por Michael Curtiz, que se tituló Los crímenes del museo. Ante tan ilustres precedentes, la película de Collet-Serra, que no era gran cosa, quedaba a la altura del betún. Con La huérfana, estamos otra vez en los terrenos del terror de consumo para adolescentes ávidos de sustos. Pero Collet-Serra, ésta vez, se molesta en aportar algo más y se esfuerza en que su segunda película contenga cierta dosis de inteligencia y cree que lo mejor es remitir a incuestionables clásicos del cine de miedo para darle a su trabajo algo de categoría. En mi opinión, son muy pocos sus logros y, al final, La huérfana no deja de ser un producto de usar y tirar, pero durante su visión uno no se siente completamente estafado. Hay referencias más o menos explícitas a El buen hijo, La profecía, El exorcista, La semilla del diablo, ... pero, ojo, no confundirse al leer los títulos que cito y pensar que estamos otra vez ante fuerzas malignas del Más Allá. Es en las partes más "terrenales" de éstas películas en donde se mira Collet-Serra para elaborar su pastiche grand guignolesco ( nueva cita: ésta vez al gran Robert Aldrich) con el que dar carne a un guión que tiene, cómo no, en su sorpresa final, la parte mas jugosa. Ah, no quiero que se me olvide citar a la muy reciente (y ya comentada en este blog) Expedirte 39, con la que tiene sospechosísimas coincidencias, no siendo precisamente la más flagrante el que la niña protagonista de La huérfana, Isabelle Fhurman, estuviera a punto de ser la compañera de Renée Zegweger en dicha película.
La huérfana adolece de las mismas debilidades que Expediente 39 y comienza con una historia que va avanzando con razonable credibilidad y cierta moderación , hasta que entran en juego los inevitables golpes de efecto para los que se ha ido preparando al espectador. De eso se trataba, evidentemente, si estamos hablando de una película de terror. Pero parecer que lo difícil para los nuevos directores es no caer en el desmadre cuando se llega a ese momento inevitable, y la reiteración y los excesos, por muy adornados que estén con referencias ilustres, todo lo estropean. Es lo que vuelve a pasar por enésima vez que con esta pelicula. Pero, algo es algo, cuando creemos que el desmadre ya no puede resultar ni más desvergonzado ni más patético (la malvada niña intentando seducir a su padre con los vestuario y maqullaje a lo Bette Davis en ¿Qué fue de Baby Jane?), un golpe de efecto del guión, nos lo justifica todo. A partir de ahí miramos el trabajo de la chiquilla actriz (Isabelle Fhurman), con otros ojos y acabamos concluyendo que estamos ante una futura intérprete que puede dar mucho de sí.
En fin, todo lo anteriormente expuesto no es sino el resultado de verme obligado de alguna forma a comentar La huérfana, ya que este modesto blog tiene su razón de ser en exponer mis opiniones para quienes me dignan con su lectura. En otras circunstancias hubiera pasado de comentarla, reteniendo únicamente el nombre de la niña protagonista, Isabelle Fhurman.
Calificación: * *