El regreso de María
La mitad de Óscar es una película en las antípodas de la exitosa y polémica Torrente 4. Todos los objetivos perseguidos (y conseguidos) por Santiago Segura se desprecian en esta inclasificable producción que se desmarca radicalmente, tanto en el fondo como en las formas, del cine que estamos habitados a ver.
Dirigida por Manuel Martín Cuenca, del que casi todo el mundo recuerda su primer largo de ficción, La flaqueza del bolchevique, como la película que reveló a una actriz hoy casi de culto, María Valverde, aunque La flaqueza del bolchevique ya apuntaba las cualidades de este cineasta para indagar en personajes opacos con problemas en la trastienda, cuya aparente normalidad irá resquebrajándose a partir de un acontecimiento desencadenante.
No he visto Malas temporadas, la segunda película de Martín Cuenca, pero puedo decir que La mitad de Óscar retoma la cuestión de fondo de su ópera prima e indaga en el hastío de un personaje abrumado por las frustraciones. Autoreprimido en sus más íntimos impulsos, con lo que pretende consolidar su sitio en una sociedad que le impone unas reglas y de las que él se siente excluido. Los sentimientos que Óscar alimenta hacia su hermana, ausente del entorno familiar por oscuros motivos que se irán desvelando, entran de lleno en el campo de lo prohibido. Unos sentimientos que logra a duras penas mantener a raya gracias a la distancia que un día la chica puso de por medio.
Un acontecimiento familiar la obligará a regresar a casa (el entierro del abuelo con el que se criaron tras la muerte de sus padres) y todo los sentimientos ahogados y reprimidos volverán a revivir, con consecuencias que le llevarán a una huida hacia adelante, ya sin posibilidad de retorno.
La mitad de Óscar es una película en la que la acción apenas existe y el tono narrativo se adecua a ese estado de invalidez del personaje, incapaz de avanzar en busca de una salida acorde con la ortodoxia que exige la lógica, no ya de nuestra cultura, si no de nuestro comportamiento como especie. Lo prohibido, lo innombrable, el tabú, la imposibilidad de una pasión imposible de desatar... que con seguridad se ató cuando en el pasado ya había sido desbocada.
La mitad de Óscar recurre a largos planos-secuencia y encuadres de cámara en los que el paisaje, la acción de los personajes hablan sin que tengamos que oír ni una sola palabra (y ni una sola nota musical en toda la película), en un arriesgado ejercicio de estilo deudor de la Nouvelle Vague, de Truufaut, de Rohmer, del primer Chabrol... de los españoles Jaime Rosales, Víctor Erice o José Luis Guerín.
Estamos ante una película más que interesante y muy valiente, que no claudica a los gustos imperantes en el espectador y piensa en encontrar el tono narrativo que la historia y los personajes demandan. Lo consigue a medias pues a veces nos perdemos por meandros psicológicos en los que no podemos seguir a los personajes, tal como ellos hacen por los escarpados acantilados y dunas del desolado paisaje de una costa almeriense alejada de la postal turística como de la peste, hasta el punto de erigirse en el centro de la narración y de aportar tanta o más información sobre la historia, que los propios personajes.
A La mitad de Óscar le espera el más que seguro ostracismo del público, el público que hoy por hoy despotrica de este tipo de cine y babea ante las babas (y otras excreciones) de cineastas y películas que arrasarán la taquilla. Pero que sepamos que es por que antes han arrasado nuestra sensibilidad con tanta cultura basura.
Calificación: ***
Aún no la he visto, pero me gusta María Valverde y la flaqueza del bolchevique me pareció interesante.
ResponderEliminarEmilio J. ésta igual de interesanre, o más. Pero no Trabaja María Valverde. La protagonista es Verónica Echegui.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Scotty. Parece fruto de la casualidad, pero como la semana pasada vengo del cine (suelo ir los lunes y el martes o miércoles hago el post de los estrenos y la película de la semana que he visto) y al llegar a casa veo que acabas de hacer el post de la película que he visto: La mitad de Oscar. Probablemente tanto tu como yo necesitábamos el cine radicalmente opuesto a Torrente para reencontrarnos con nosotros mismo. Estoy básicamente de acuerdo con tu entrada. Creo que de los referentes españoles, Rosales sería el más cercano y creo que la película funciona bien y que se puede decir en su contra que el guión puede resultar un tanto previsible y las elipsis demasiado obvias. Es un cine muy contemplativo que es para minorías y que sorprenderá por su sopor al público (tendrá muy pocos espectadores) no acostumbrado. Yo que veo cine chino de incomunicación, creo que La mitad de Óscar hasta era animada y todo...
ResponderEliminarEn fin, ya acabaré de dar la opinión cuando haga el post, que ahora es tarde y el sueño apremia. Por cierto, la semana que viene iré a ver Guest con toda seguridad. Quizás volvemos a coincidir... Un saludo.
Hola, David. Seremos muy pocos los que la veamos, no ya por que no interese a la mayoría del público si no por que habrá muy pocas copias en circulaión.
ResponderEliminarEfectivamente, Rosales parace el cineasta más cercano a Martín Cuenca.
Leeré esa crítica que estás preparando. Guest ni siquiera ha llegado a mi ciudad, al menos todavía.
Un cordial saludo.
No he visto esta peli pero me apetece mucho. Maria está fantástica en "La flaqueza del Bolchevique". Sin duda, una buena película. Tendré que ver esta.
ResponderEliminarYo creo que interesa poco al público y además, tiene muy pocas copias. Yo soy de Barcelona ciudad y tan solo la han estrenado en un cine. En cuanto a Guest, se estrenará este viernes, así que ya es normal que aún no haya llegado a tu ciudad (ni a ninguna,je,je). Un saludo.
ResponderEliminarsaraiba, te advierto que es una película "difícil" no apta para todos los espectadores. Bienvenida al blog.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
David, ya decía yo... jejej.
ResponderEliminarEspero que estsé en las carteleras de aquí el próximo viernes. No todas las películas difíciles nos llegan. Por supusto, aquí tambien se ha estrenado en una sola sala y con una copia pésima.
Un saludo.
Pues a mi sí me interesa, por lo que he podido leer aquí y me gustaría verla. Puedo ver Torrente un dia, y al otro cambiar el chip. La putada (vaya, el putadón) es que en mi ciudad no vienen estos estrenos (de hecho, un film como The King´s Speech, ahora mayor, pero en su estreno menor, no ha llegado a mi ciudad, Alcoy, hasta después de los Oscars, en su semana número 12) De todas formas, enhorabuena por el post, ya que al menos a mi, me has animado a verla. (eso sí, será cuando salga en DVD...)
ResponderEliminarT-800, a mí me pasa lo mismo: puede interesarme todo tipo de cine, por uno u otro motivo. Que esta película no va a Alcoy es casi seguro. ¿Todavía no ha llegado El discurso del rey? Eso es grave.
ResponderEliminarGracias y espero que te guste como lo que es: una película diferente, pero sentida y sincera.
Un saludo.
Sí, ya ha llegado, pero han tenido que darle 4 Oscars para que eso ocurriese. Voy viendolas forme las ponen. El otro dia vi de The Figther, que solo estaba entre semana y a una hora en concreto... Menos da una piedra.
ResponderEliminarVeo que estamos ante una de esas posibles gemas escondidas de la temporada que uno no debiera perderse. Gracias por avisar, un saludo
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