La gata sobre el tejado de Hollywood
Con la muerte de Liz Taylor desparece el último gran mito de los años dorados de Hollywood y una de las actrices más hermosas de todos los tiempos
Nacida el 27 e Febrero de 1932 en Londres, cuando cumplió los nueve años su familia se trasladó a Los Ángeles huyendo de la recién estallada Segunda Guerra Mundial.
Ya en Lo Ángeles se presentó a un casting infantil de la Metro, que por esos años puso de moda las películas con niños más o menos precoces en aventuras más o menos emotivas.
Una vez en nómina, en 1942 interviene en There's One Born Every Minute, de Harold Young, una película que no llegó a estrenarse en España, pero donde llama la atención. Inmediatamente le escriben un vehículo a su medida en La cadena invisible (1943).
En ella hacia “pareja” con otro niño de la productora, Roddy McDowall, aunque la estrella de la película en realidad era un perro, Lassie, que comenzó aquí una gloriosa carrera como “actor” de diferentes películas.
Ese año rueda también Fuego de juventud. En ella hacía de una jovencita enamorada de los caballos, que consigue ganar el Grand National. Esta película fue un gran éxito de taquilla y la lanzó al estrellato.
Tras rodar Mujercitas (1949) deja atrás su etapa de niña y ya es toda una señorita casadera en la exitosa El padre de la novia (1950), película que le sirve de tránsito para pasar a hacer papeles de mujer hecha y derecha en la sensacional Un lugar en el sol (1951) de Goerge Stevens.
En realidad Un lugar en el sol es el inicio de una de las carreras más rutilantes del cine. La película sienta las bases de su belleza y del tipo de personajes que la hará célebre.
Tras alguna película “de época” como Ivanhoe y El árbol de la vida, o el fresco generacional Gigante, en 1958 llega la que será la película que la consolida como la gran estrella de los años cincuenta.
Es en La gata sobre el tejado de zinc, donde luce una belleza en su máximo esplendor y despliega sus grande dotes dramáticas.
Esta interpretación le supuso su primera nominación al Oscar e hizo célebre su insinuante figura.
Bajita pero exuberante, con unos seductores ojos color violeta y una deliciosa nariz respingona, en La gata sobre el tejado de zinc arrasó con su generosa exhibición anatómica embutida en sugerentes deshabillés.
Un look que repetiría en sus dos películas siguientes, De repente el último verano (1959) y en La mujer marcada (1960).
La mujer marcada supuso el zenit de su generosa exhibición física y es posiblemente la película en donde estuvo más hermosa. El papel le reportó además el primer Oscar de su carrera.
En 1963 rueda la que será la cima de su carrera, Cleopatra. A partir de esta película sus personajes se apoyan cada vez menos en su físico, lo que le supone poder centrase en trabajos donde prima más la calidad artística que la exhibición de su anatomía.
El 1965 rueda Castillos en la arena, de Vicente Minnelli, con su ya marido Richard Burton. Y en 1966 vuelven a trabajar juntos en ¿Quién teme a Virginia Wolf?, de Mike Nichols, con la que obtendrá su segundo Ocar.
Un año después, 1967, vuelve a trabajar junto a Burton en La mujer indomable. A partir de ahí su carrera va perdiendo fuerza mientras el mito va creciendo.
No importa si sus películas son mediocres o si sus belleza ya no da la talla de años anteriores. El mito se impone y de lo que se trata es de ir a ver una película “de Liz Taylor”.
Para no ser exhaustivos, diremos que su última intervención el la gran pantalla data de 1994 en la película Los picapiedra. No es un digno final para una carrera tan rutilante hacer de la suegra de Pedro Picapiedra, pero ella estaba por encima del bien y del mal.
Mito incuestionable, musa de la comunidad gay internacional, siempre se pronunció por la causa homosexual. No en vano sus grandes amigos fueron actores como Rock Hudson, Monty Cliff, Sal Mineo o Michael Jackson, aunque este último nunca reconoció ese tipo de "acusaciones".
Además de los dos Oscar que lucía en su chimenea, logró sendas nominaciones por El árbol de la vida, La gata sobre el tejado de zinc, y De repente, el último verano.
El 27 de Febrero cumplió 79 años. Descanse en paz uno de los mitos más indelebles de toda la historia del cine.
En El Blog de Scotty hay más infornación sobre Liz Taylor pinchando este enlace: La mujer marcada/Una mujer marcada.
Un bonito homenaje Scotty. Muchas gracias. Un saludo.
ResponderEliminarPrecioso homenaje a una gran actriz, una gran estrella y al mismo tiempo una gran persona.
ResponderEliminarMe da mucha pena que poco a poco vayan desapareciendo éstas grandes damas del cine. Liz fue una de las más hermosas y también una actriz muy reconocida. Vivió su vida apasionadamente, y la exprimió hasta cuando su cuerpo ya no le respondía como ella hubiera deseado. Demostró solidaridad, y sensibilidad mediante sus últimas apariciones donde siempre apoyaba a los más débiles. No se le puede pedir más ....tuvo una belleza casi sobrenatural, pero lo más destacable de ésta gran mujer, fue su gran corazón.
ResponderEliminarHollywood se queda sin mitos... Tenia una mirada impresionante y era una gran actriz.
ResponderEliminarBesos,
ladygrett.com
Es curioso que todos nos hemos referido a ella como la gata. Peliculón y entrada de primera, of course. ;)
ResponderEliminarLa gata oscureció esa mirada felina, brillante. Ocupó el trono de Hollywood para no dejarlo hasta este día. Salve a la reina británica del cine.
ResponderEliminarAdiós a una grandísima actriz del cine en sus momentos de más glamour!!
ResponderEliminarSeguiremos disfrutando de sus película, sin cansarnos nunca de hacerlo!
Aun no queda algún gran mito, pero van siendo pocos.
ResponderEliminarGran dama del cine y gran mujer. Descanse en paz
Bonito homenaje, sí...pero yo aquí no escucho nada, no sé por qué.
ResponderEliminarUn saludo.
Magnífico homenaje,Scotty
ResponderEliminardigno de una diosa de la interpretación y una belleza inusual.Tal cual una diosa,su inmortalidad quedará patente, a diferencia del resto de los mortales, a través de los distintos personajes que interpretó en las 50 películas en las que participó.El mito por tanto pervive y su recuerdo quedará intacto.
Un abrazo
Me ha encantado la fotografia de cabecera que has elegido. Toda una vida en el cine. Inolvidable.
ResponderEliminarGracias por tu particular homenaje a este mito que hoy se nos fue, tristemente. Como bien dices, ya no queda nadie.
ResponderEliminarjoder.... me salgo a tomar un par de copillas un miércoles y me entero de esto, NUNCA MÁIS....
ResponderEliminarMe encanta el homenaje que le has hecho a Liz. Conozco a un talentoso director de teatro que había jurado sobre el libreto de "La gata sobre el tejado de zinc!"que no haría esa obra hasta que Liz falleciese. Por desgracia la Taylor ya no está entre nosotros.
ResponderEliminarse va otro gran mito de la pantalla!
ResponderEliminarenhorabuena por la entrada!
Maginifico trabajo el de este post para una impresionante Actriz.
ResponderEliminarGracias compañero bloguero por darle este ultimo adios a una bella mujer que fue.
Un saludo, y gracias por esas fotos y su informacion debajo de ellas, muy buenas, gracias.
Hola Scotty, ya te he puesto enlazado a nuestro blog de Online, saludos.
ResponderEliminarGracias a todos por la cálida acogida a esta entrada. La falta de tiempo me impide, como quisiera, dedicarios comentarios personalizados.
ResponderEliminarEs evidente el gran shock que nos ha supuesto a todos los aficionados al cine, al mundo en general, la pérdida de la últma gran estrella que nos quedaba de la época dorada del cine. Hoy hay otros ídolos a los que admiramos y que quizás dentro de algunas décadas algunos hayan conseguido hacerse mítos. Mientras tantos, los mitómanos nos hemos quedado huérfanos.
Un cordial saludo.
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Gracias, DCC por tu deferencia, no he podido entrar a vuestra página desde el avatar.
Sin duda, una mujer fascinante.
ResponderEliminarUn saludo.
En "Cleopatra" estaba deslumbrante. Desde luego prefiero recordarla en esa película y no como la suegra de los Picapiedra. Borgo.
ResponderEliminarGracias por tu homenaje, completo y lleno de bellas fotos como no podía ser de otra manera.
ResponderEliminarYo también le dedico una entrada a esta dama brillante en mi blog: www.billieyelcine.blogspot.com
Te invito a que me visites.
Te sigo desde hoy.
GRacias
Saludos, Patri
Y con ella desaparece un trocito más de ese Hollywood clásico y dorado que hizo disfrutar a tantas generaciones, y que contribuyó a que el cine sea lo que sea. Snif !!!!
ResponderEliminarExcelente recopilación de imágenes !
Elizabeth Taylor es uno de los pocos iconos gay que no fue gay, ni tampoco camp (como Davis, West, Crawford, Dietrich) sino que se convirtio en tal por sus constantes esfuerzos contra el SIDA, enfermedad que se pensaba afectaba solamente a los homosexuales... una gran mujer, y con ella, murió Hollywood...
ResponderEliminarLlevo ya un tiempo desengañado del cine actual y echando mano de los clásicos, del cine a partir de los años 50 y ciertamente no hay parangón.
ResponderEliminarDestacaría de entre ese cine, y hablando de Liz Taylor, "Un lugar en el sol" que supuso para nuestra protagonista, un punto de inflexión en su carrera. Donde comenzó a verse lo que esos ojos violeta podía llegar a transmitir. Y es que estamos ante una sublime obra del celuloide, que apenas ha envejecido y que marcó no sólo la carrera de la Taylor, sino también la de otra protagonista femenina: Shelley Winters. Acompañadas de un siempre correcto Montgomery Cliff que aquí está sublime.
En fin, una joya que alcanza cotas de obra maestra en comparación con el panorama actual, y el más perfecto tributo para recordar a la Gran Elizabeth.
Una verdadera pena, aunque sus ultimas apariciones ya no nos dijeran nada realmente de su gran cine.
ResponderEliminarUna actriz con una gran historia, a marcado epoca y es una de las grandes, lo sera para siempre.
si podeis eliminar este enlace que va dirigido hacia mi sitio web y yo no hice ese tipo de enlace con title "Chat gratis"
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