En el comentario de más abajo sobre Soul Kitchen hablo de un afortunado cambio de registro del director de Contra la pared que aborda por primera vez una de sus historias en clave de comedia, haciéndolo con resultados más que notables. Con La isla interior ocurre todo lo contrario y la pareja de directores formada por Félix Sabroso y Dunia Ayaso aparcan la comedia petarda, costumbrista y almodovariana, lo que ha sido hasta ahora marca de la casa, y se atreven con el melodrama consiguiendo unos resultados nada despreciables. Era algo que tenía que suceder si tenemos en cuenta que el modelo en el que se miraban esta peculiar pareja de cineastas a la hora de abordar sus historias era precisamente el cine de Pedro Almodóvar.
Y Almodóvar ya hace tiempo que se puso serio. Los autores de Perdona bonita pero Lucas me quería a mi empezaron a “madurar” algo más tarde aunque hasta su anterior película, Los años desnudos, no iniciaron un perceptible cambio de registro. Un cambio que se materializa con contundencia en La isla interior, película que tiene sus defectos pero que supone un respetable acercamiento al melodrama con una historia que habla de una familia afectada por una enfermedad muy poco abordada por el cine: la esquizofrenia. Me viene a la mente un ilustre precedente que sí habla de este problema y es Una mente maravillosa, aunque la película de Ron Howard nada tenga que ver argumentalmente, por supuesto, con La isla interior... pero sí que podríamos considerar que hay cierta relación entre los personajes de Alberto San Juan y el de Russell Crowe.
La isla interior me recuerda mucho a otra película española con la que tiene más de un punto de contacto. Hablo de En la ciudad sin límites, de Antonio Hernández. Aquí, una familia saca a relucir secretos y frustraciones aletargados o callados durante años, que afloran y estallan cuando el patriarca del grupo está a punto de ser abatido por la vejez y el alzheimer. En La isla interior es la esquizofrenia la que planea sobre los personajes, enfermedad hereditaria que padece el padre y que ya está dando evidentes signos de presencia en dos de los hijos. El hecho de que el anciano patriarca intente suicidarse hace que el grupo familiar se reúna y salgan a relucir secretos y mentiras, miedos y rencores, reproches y acusaciones callados durante años y que por fin van a ser puestos sobre la mesa, lo que provocará la catarsis que ponga al descubierto el interior de cada cual.
Sabroso y Ayaso demuestran tener recursos para abordar también el drama y consiguen que la película interese de principio a fin pese a que en algún momento se haga reiterativa y monótona. Dura muy poco la sensación de que la historia se estanca y la narración remonta el vuelo consiguiendo llegar a buen puerto sin demasiados altibajos. Los actores tienen bastante que ver con la corrección de los resultados, en especial el trabajo de Candela Peña, Cristina Marcos y Alberto San Juan, este último premiado en el festival de Valladolid pero, aunque no puedan exhibir premio, Candela Peña y Cristina Marcos están también magníficas.
Muy por debajo de ellos se sitúan las actuaciones de Geraldine Chaplin (que En la ciudad sin límites consiguió un Goya a la mejor actriz secundaria) y de Celso Bugallo, ambos en personajes muy similares a los de la película de Antonio Hernández, donde la Chaplin hacía también el papel de madre y esposa. Recordemos que el anciano protagonista estaba a cargo de un sensacional Fernando Fernán Gómez al que Celso Bugallo ni siquiera se le acerca en un trabajo bastante anodino y plano. Curiosamente, y al igual que En la ciudad sin límites, París tiene un peso importante en la narración, y si en la película de Hernández era donde transcurría la acción y se le daba protagonismo hasta referenciarla en el título, aquí aparece igual de mitificada en la obsesiva determinación del trastornado personaje de Alberto San Juan de viajar a ella. Está convencido de que es en esa “ciudad sin límites” donde podrá desarrollar una nueva vida que lo libere del opresivo y castrante entorno familiar y social en esa isla canaria que lo atosiga al compás del avance de una enfermedad que lo aboca, al igual que a sus hermanas, a un anunciado deterior progresivo de sus facultades.
Calificación: **
Yo estoy encantado realmente con esta película! soy bastante aficionado a las películas del duo Sabroso/Ayaso y creo que el toque de drama siempre lo tuvieron presente, incluso en "Perdona Bonita..." con todo lo cómica que es esa peli (y lo que me encanta) ya abordaban temas realmente cruciales como la amistad desde una perspectiva bastante seria.
ResponderEliminarLo que me molesta es que constantemente se les etiquete con el término "almodovariano".. vale que Pedro tenga una forma de contar historias muy suya pero por ello no tiene porque ser exclusiva, además en las películas de pedro todo esta llevado a un límite surrealista y creo que Félix y Dunia en ese aspecto se mantienen siempre del lado del realismo.. no se si me explico bien en esto último...
en fin, que genial la peli!!^^
Españoladaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarEso si, Candela Peña es una gan actriz y tiene mucho morboooooooo
hola Scotty....no te comento la peli porque no la he visto, pero pásate por hidden planet por favor que tengo un regalo para tí...un abrazo
ResponderEliminarno la he visto pero con tu comentario la pongo en la lista.
ResponderEliminarPoco puedo decir, amigo Scotty, ya que no la he visto. Lo cierto es que el título me encanta y me parece muy poético y metafórico, ya que todos nosotros somos como islas en el mar de la vida.
ResponderEliminarMuy interesante y apuntada queda, aunque no sé cuándo la veré, que se me amontona el trabajo ;)
Un saludo
Bertoff, bueno... yo no los he visto "serios" hasta ahora. Puede que lleves razón y que detrás de sus comedias haya un poso de ironía crítica. Y, sí, yo tambien los identificaba y los identifico aquí como de la escuela almodovariana. Hombre, Almodóvar pude tener toques surrealistas en sus comedias. ¿Crees que los abrazos rotos tiene algo de surrealismo?.
ResponderEliminarDe todos modos, cada cual es cada cual, sin duda.
Un saludo.
Carlos, eso de españolaaaa... qué es, la etiqueta?. Española puede ser una película buena o mala. Esta no es gran cosa, pero tampoco es una peli a despreciar. Y estoy leyendo por ahí alguna crítica hasta entusiasta. Tampoco es que sea para tanto.
ResponderEliminarCaandela Peña es un animal cinematográfico. Y Cristina Marcos me ha sorpendido mucho. Recordemos que ya tiene un Goya como comedianta por su trabajo en Todos los hombres sois iguales y que en Tacones lejanos ya fue candidata.
No olvidar que empezó siendo una chiquilla de quince años en esa maravilla de Manuel Gutiérrez Aragón llamada Maravillas.
Bueno, me he enrollado con Cristina marcos. Es que me gusta mucho tambien.
Monique, voya pa yá a ver qé me tienes guardado. Estoy impaciente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bargallaneta, gracias por no cuestionar mis opiniones sobre una película. Espero que te guste lo suficiente como para que sigas fiándote de mi. De todos modos, sobre cinco estrellas, le he puesto dos: "Interesante".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es verdad, Crowley, que el título es muy bonito. La isla exterior es Gran Canaria, donde viven los personajes, y la isla interior es esa cárcel en la que cada personaje encierra su verdadero yo, en algunos casos voluntariamente (la madre) o a conscuencia de graves problemas de comunicación como es el caso de los hijos.
ResponderEliminarEn los Abrazos Rotos, el personaje de Ruben Ochandiano es totalmente el punto surrealista de la historia, al menos así lo veo yo...
ResponderEliminarTengo muchas ganas de verla,en cuanto lo haga,te comento.
ResponderEliminarMe gustan mucho Alberto San Juan y Candela Peña.
saludos!
Hace unas pocas semanas fui a ver una peli catalana, que se llama "ens veiem demà" y tambien trata sobre la esquizofrenia. Alomejor se han empezado a poner de acuerdo... cosa que me da cierta 'rabia' porque nosotros estamos montando un documental sobre este tema y ahora se pensaran que nos hemos apuntado al carro cuando hace mas de un año que estamos en ello. jaja.
ResponderEliminarLa peli la vi hace unas semanas y me encanto, aunque no puedo hablar mucho del cambio de dirección porque no vi ninguna peli antes de estos dos directores, solo me atrajo el tema y los actores que hay. Alberto y Cristina yo creo que hacen un gran trabajo. Candela Peña hace años que es la misma... si miras "princesas" y miras "la isla interior" no veras ninguna diferencia.
Es cierto, Marina. Candela Peña es muy buena actriz pero siempre hace el mismo papel.
ResponderEliminarVaya con lo de la esquizofrenia. A ver si se va aconvertir en un nuevo género, jaja!
En serio, suerte con vuestro trabajo sobre el tema.
Un saludo.
Si no fuera por los actores, me habría ido de la sala a los 30 min. Y aún así, viendo el final, todavía me pregunto por qué no lo hice.
ResponderEliminar¿Por qué? Pues no sabría por dónde empezar. He leído por ahí críticas que dicen que la historia está muy bien entrelazada. En absoluto de acuerdo. Que el drama que tratan está muy bien reflejado. Tampoco estoy de acuerdo. Que el montaje, la fotografía... nada... que no.
Absolutamente prescindible.