Celda 211 es un intenso thriller carcelario que no da tregua a la acción y que atrapa al espectador en una vorágine de acontecimientos repletos de tensión y suspense. Es una película “de género” y no se avergüenza de ello, despreciando toda tentación de dar a la narración la más mínima pátina de autoría. Antes al contrario, potencia todos los elementos típicos al uso, pero con tal dominio y maestría, que la película consigue un acabado muy superior a lo que la historia y el guión proponían. Una revuelta carcelaria liderada por el clásico cabecilla psicópata, arrastra a un funcionario de prisiones a una trágica aventura que lo va a llevar hasta el extremo de sí mismo, haciéndole cambiar todos sus esquemas sobre de qué lado de las rejas está la verdad o la justicia, lo que lo llevará al inevitable estallido final. Por suerte, el director, Daniel Monzón, tampoco es esquemático al respecto y dota de la suficiente complejidad a la narración y a los personajes, sin descuidar lo que de verdad está queriendo contar y ese planteamiento primariamente tópico de la historia, queda enriquecido y dignificado.
Me viene a la memoria Al rojo vivo, la gran película de Raoul Walsh, y otra gran película del muy olvidado Tom Gries, La casa de cristal, aunque sea con la de Walsh con la que tenga más afinidad y puntos de contacto. No alcanza, por supuesto, la grandeza de Al rojo vivo, pero su personaje principal, “Malamadre” (un Luis Tossar inmenso), pudiera muy bien ser primo hermano del que interpretaba allí el gran James Cagney. Celda 211 roza la perfección pero, por desgracia, no siempre queda inequívocamente atado a la credibilidad en el guión, ni los giros argumentales, ni las reacciones de los personajes, a veces poco creíbles, elementos que llegan a hacer aguas en algunos momentos. Afortunadamente muy puntuales, pero que, aunque se hacen olvidar gracias al frenético ritmo con el que transcurre la acción, empañan el resultado final. El giro último que da el guión y las conclusiones que pudieran sacarse una vez acaba la historia, impregnan la película de cierto tufillo reaccionario, por mucho que se quiera aparentar todo lo contrario.
Aun así Daniel Monzón consigue una película de una calidad y de un diseño de producción muy poco frecuente en el cine español, que se ve de un tirón sin apenas respiro y donde el trabajo del conjunto de los actores tiene mucho que ver con los resultados. Luis Tossar sobresale poderosamente en un trabajo que lo va a marcar y que lo encumbra definitivamente a lo más alto de su carrera. Y debuta el el papel protagonista un actor de procedencia argentina, Alberto Ammann, que no lo hace nada mal.
Calificación: ***
He leído muy buenas críticas con respecto a este film aunque todas de alguna manera le criticaron lo del giro argumental del final. Habré de verla... veré como porque hasta que la estrenen aqui! jeje.
ResponderEliminarUn abrazo Scotty y gracias por lo de los colores de la letra! que esta abuela no resistía el verde jajajajaja.
Ya ves, querida Pabela, cómo re he hecho caso con el color, pero... ¡si tu firma sale en un verde bastante llamativo!. Cómo me explicas es.... jajaj.
ResponderEliminarAbrazos.
Estoy bastante de acuerdo con tu exposición Scotty. Aunque el guión debería haber pasado alguna revisión ajena para mitigar esos pequeños males, tb ese gran ritmo del que hablas proviene de él en gran medida. Por consiguiente con sus pequeñas cosas mejorables no me parece un mal guión. Si es cierto que es una pena no haber limado esos pequeños defectos, para haber conseguido una obra más redonda. Una de las mejores españolas del año aún así.
ResponderEliminarSaludos
Claro... Intruso. Es sorprendente que, habiendo conseguido lo más importante, armar una buena historia y haberla sabido poner en imágenes de forma impecable. No se haya detenido alguien, antes de filmarlo, a repasar el guión y reparar esos pequeños defectos que desdibujan a personajes y a sus reacciones, por escasamente creíbles. Y lo peor, el final, todo lo que sigue a lo ocurrido desde la vista del personaje de Marta Etura a las puertas de la cárcel. Parece rebuscado y con la única intención de justificar los cambios de actitud de determinado personaje, pero queda muy poco convincente. Y hay algunas debilidades más pero, afortunadmente, no llegan a estropear decisivamente el estupendo acabado general de la película.
ResponderEliminarHola gente, no se como serà a nivel mundial pero por estos lados (Argentina) el tema "tumbero" satura un poco. Basta con ver programas, documentales y es como que uno ya vi todo o se imagina la peli. De todos modos, este finde la voy a ver, asì que prometo dar mi opiniòn. Saludos, gracias por la libre expresion
ResponderEliminarBoedo, ya están todos los géneros inventados y exprimidos. El tema carcelario y sus revueltas es un clásico desde que se inventó el cine. Espero tu opinión si llegas a ver ésta peli. Ah, no sé qué pasa con la configuración de este blog que, a veces, los comentarios lso manda e moderación aun sin estar configurado así. Eso ha pasado con el tuyo. La libertad de expresión es fundamental. Nos leemos...
ResponderEliminarLa vi el día de su estreno aquí en España y salí totalmente satisfecho. Es para mí junto con "Avatar" lo mejor de 2009. Luis Tosar inmenso. Es la gran favorita de los Goya de 2010, con 16 nominaciones más que merecidas (aún así, eché de menos algunas otras). Y en España ha sido todo un taquillazo. Eso sí, el guión cojea a veces, eso no se discute, pero es tan intensa que se le perdona.
ResponderEliminarYa ves, Cinéfago, la cantidad de nominacioens a los Goya. La más cantada, sin duda, es la de mejor actor. Tambien creo que está hecho el que lo consiga el chico protagonista, que no recuerdo cómo se llama. Una gran pelicula.
ResponderEliminarSí, el giro final es el que hace que chasquees la lengua y digas: podría haber sido un peliculón. Me gustó mucho, sobre todo Luis Tosar que me apasiona. Un buen drama carcelario.
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