Kathryn Bigelow en tierra hostil, el día más luminoso.
A propósito de La noche más oscura y debido a mi falta de tiempo para elaborar una crítica documentada y reflexionada a conciencia sobre la película, he caído en la cuenta de que lo que se publicó en El Blog de Scotty en el momento del estreno de En tierra hostil viene al pelo para entender y aplicar a su siguiente película, esta extraordinaria reconstrucción de cómo se llevó a cabo la caza y captura del terrorista más odiado y buscado de toda la historia. La Bigelow se mueve como nadie en tierras hostiles rompiendo todos los esquemas. Si estas películas no estuvieran firmadas, nos imaginaríamos detrás de su realización a un curtido, viril y contundente varón y no a una atractiva dama de aspecto delicado y elegante de aires conservadores.
Ellas acabarán dominando el mundo.
23/02/10
En tierra hostil
Tropa
de élite
En tierra hostil es una
película de ficción pero su realismo y los modos con que afronta la narración la
emparentan con el documental. Se habla de documental-ficción cuando a un
documental se le da formas narrativas de ficción (acordémonos de En
construcción, de José Luis Guerín, o de Grizzly
Man, de Herzog), pero aquí podemos hablar de ficción-documental.
Es evidente que ese es el efecto que persigue
Cathryn Bigelow en En tierra hostil por la
forma en cómo la cuenta. La fotografía
“cámara al hombro” es otro recurso que
busca ese logro, pero la más rotunda
intención de conseguir ese
realismo documental está en el empeño con que Kathryn Bigelow procura que su película huya del
sermoneo y no condene, ni deje de condenar,
“las injusticias de la guerra” o solemnidades d ese tipo y se limite a filmar unos hechos sin
involucrarse lo más mínimo y desde la más aséptica mirada posible,
despojándola de cualquier intención
crítica o discursiva. La distancia desde la que proyecta su mirada al fondo del
conflicto nos deja libres como espectadores para que seamos nosotros mismos los que hagamos nuestros propios juicios de
valor.
En este caso, la tentación de caer en el cine discursivo era difícil de evitar, ya que estamos hablando de la guerra de Irak y todos sabemos
de qué forma y en qué circunstancias se originó. Dado la opinión generalizada de
que dicha guerra es una “guerra
provocada injustamente y por interese
bastardos” y demás obviedades por el
estilo, el que En tierra hostil evite esas coletillas
acusadoras es muy de agradecer. Su mirada sobre la realidad que muestra es
neutra y no toma partido emocional, algo muy difícil de soslayar en una película
como En tierra hostil. A Bigelow le interesa el
devenir de un determinado grupo de combate en una guerra que podría ser
cualquier guerra del siglo veintiuno. Lo que vemos ocurre en Irak como podría
ocurrir en Afganistán, por ejemplo. No hay la menor intención de juzgar decisiones de Estado ni de señalar con el dedo
a países o a políticos. No juzga a nada
ni a nadie. Pero lo que no hace es dejar
de lado a los personajes y se detiene lo suficiente en ellos como para
definirlos en su humanidad y hacérnoslo
cercanos hasta hacernos sentir que formamos parte de dicho comando viviendo con
ellos sus emociones y peligros.
En En tierra hostil
seguimos el día a día de un grupo de tres soldados especialistas en explosivos,
cuya misión en Irak es desactivar minas y con ello evitar más tragedia y salvar
vidas civiles inocentes. Recorremos con
ellos las calles de Bagdad y sus alrededores en misiones de altísimo riesgo que no siempre se resuelven
con éxito. La adrenalina inunda la narración y los especialistas del Comando
Bravo (así se llama el grupo) nos arrastran y nos involucran en sus
arriesgadas operaciones. El realismo de las escenas, la autenticidad de la
ambientación y la verdad con que están dibujados los personajes (por momentos no
creemos que sean actores sino gente real) hacen que En Tierra
hostil nos arrastre a una aventura mucho más que excitante hasta
el mismísimo corazón del conflicto, en
donde llegamos a mascar y compartir el peligro con una intensidad casi paroxística que te altera los
nervios.
Repleta de una gran tensión que llega a hacerse insoportable, la
película está narrada con un desparpajo, un nervio y un dominio de los tiempos y de los resortes del
suspense que podríamos calificarlos de
netamente masculinos por la carga de
testosterona que despliegan, tanto la acción como los personajes en sus
peligrosísimas inmersiones al corazón mismo del riesgo. Efectivamente no puede dejar
de pensarse que esté dirigida por una mujer y sorprenderse de que ésta haya
sabido reflejar tan bien unas situaciones y unas actitudes que asociamos como
patrimonio del sexo fuerte. Mi comentario al respecto no de ser interpretado
como machista y sí como admirativo de la capacidad de Cathryn Bigelow de meterse
en la piel de estos hombres y de entender tan bien el entorno en que se tienen
que desenvolver, aún siendo mujer y, supuestamente, no haber tenido el contacto
necesario con los ambientes que describe de una forma tan documentad y auténtica. Dura y sin concesiones a la hora de mostrar unos
hechos de extremísima violencia, Bigelow deja su sensibilidad femenina al margen de la acción y la guarda para usarla
en describir a sus personajes aportando pinceladas de emoción y humanidad no sólo en el
dibujo de sus protagonistas sino también
en determinados secundarios, como ese entrañable niño iraquí que vende DVDs
pirateados para sobrevivir entre tanto desastre y tanto riesgo. La tragedia
colectiva da cabida a la tragedia íntima y cercana en eficacísima simbiosis.
Y hay una magistral descripción del personaje
principal interpretado con tal convención, verdad y falta de afectación por
Jeremy Renner (al que ya habíamos visto en 28 días
después y en El asesinato de Jesse James...
sin que llamara demasiado la atención), que este actor no es sólo
digno de la nominación al Oscar que ha conseguido. En mi opinión creo que se
merece ganarlo, como me parecería muy justo que los Oscar de mejor película y
mejor dirección fueran a parar a En tierra hostil y a
Kathryn Bigelow. Es sin duda la película que más me gusta de las que están
nominadas al Oscar como finalistas y que
yo haya visto hasta ahora. Le deseo mucha suerte, pero hay que tener en cuenta
que este año se ha ampliado la cantidad de nominadas hasta diez y hacer
quinielas sobre las ganadoras se ha convertido en un juego harto
difícil.
Calificación: ****