Realizada en el año 1969, La residencia fue la consecuencia lógica de la trayectoria de su director, Narciso Ibáñez Serrador, que arrastraba una fructífera y apasionarte carrera en la televisión (en la televisión española), a la que estaba dando días de gloria con programas y series de una gran calidad formal y artística.
Vamos a obviar hablar aquí de sus programas de entretenimiento como Un dos tres, o didácticos como Waku Waku, pues de lo que se trata es de detenernos un poco en su debut en la pantalla grande al amparo de su capacidad demostrada en la televisión para dirigir historias, en especial las de terror.
En 1966 Ibáñez Serrador acometió la realización de la serie Historias para no dormir, basada en las Historias extraordinarias de Edgar Allan Poe. Su éxito fue tal que la serie no sólo tuvo repercusión es España, sino que llamó la atención en cantidad de países europeos donde fue acogida con la misma expectación que en España.
Que los productores le dieran carta blanca para que dirigiera su primera película estaba cantado. La única condición que se le pedía es que fuera una película de terror, con ambiciones para conquistar el mercado de fuera de nuestras fronteras,. Ibáñez Serrador se mostró, por supuesto, encantado.
El resultado fue La residencia, un impecable ejercicio de estilo que tenía como referente su propia serie sobre Poe, pero también a las películas góticas de la Hammer, la famosa productora inglesa de cine de terror.
Sin embargo, el guión de La residencia presenta otras connotaciones de naturaleza más ambiciosa y no se limita recrear una película “de género” ya que se impregna de referencias y guiños que remiten a otras obras y a autores de prestigio.Así, podemos detectar en La residencia influencias de escritora Daphne du Maurier o de cineastas como Alfred Hitchcock. No en vano, escritora y cineasta son responsables de películas como Posada Jamaica o Rebeca. La influencia de estas dos obras maestras son evidentes en La residencia.
De Hitchcock podemos detectar otras influencias. Quizás la más determinante sea la de Psicosis (1960), con cuyo argumento hay grandes coincidencias. Pero Ibáñez Serrador va más allá a la hora de sugerir subtramas y en La residencia, una película realmente osada para la España de finales de los sesenta, temas como el lesbianismo, el incesto, el sado masoquismo o la necrofilia, están muy presentes.
Una de sus virtudes es que, pese a lo truculento de su argumento, no encontramos los excesos visuales al estilo de, por ejemplo, Darío Aregento o Mario Bava (el giallo en general) que por esos años estaba en pleno apogeo yen toda película de terror que se preciara tenía que correr la sangre a borbotones. Esos excesos, en La residencia, se evitan. Ibáñez Serrador quiere (y consigue) hacer un tipo de cine más ambicioso. Su meta es conquistar el mercado internacional no sólo en lo taquillero sino que quiere ser reconocido también fuera de España como un autor.
De ahí que la película tenga una ambientación imprecisa y que no se detecte dónde transcurre la trama, que podría pasar e cualquier lugar de Europa. Prueba evidente de esa vocación internacional es el reparto, encabezado por la fantástica Lilli Palmer y el jovencito (entonces muy de moda por películas como Ludwing, de Luchino Visconti, entre otras) John Moulder Brown.
Durante muchos años, La residencia fue la película más taquillera del cine español. Sorprende que Narciso Ibáñez Serrador no tuviera una carrera continuada en el cine y, tras rodar su siguiente película, la no menos extraordinaria ¿Quién puede matar a un niño?, nunca más volvió a dirigir cine.
La película de Ibáñez Serrador tuvo el honor de ser parodiada: prueba innegable de su gran popularidad.
A continuación, reproduzco el texto del programa de mano que con ocasión del estreno de La residencia, se entregaba en taquilla al futuro espectador. Una práctica, por desgracia, hoy en desuso.
“Tras quince años de dirigir televisión realizo mi primera película. Todo fue puesto en mis manos: elección del tema, elenco, un equipo de magníficos profesionales con los que -si continúo haciendo cine- desearía rodar siempre, semanas de rodaje, medios de producción. Todo. Todo me fue otorgado. Pero también una consigna: “hagamos una película que pueda ser vendida al extranjero”. ¡Ahí es nada! Sé que, por considerarse que mis programas de televisión se apartan un poco de los normales, muchos esperarían encontrar en La residencia formas nuevas, inconformismo, rupturas de viejos moldes... Lamento desilusionarles: nada de eso hay en mi película. Mi propósito fue que, a lo largo de sus tres mil y pico metros, el público olvide que tras la cámara hay un director. He querido narrar el tema de forma correcta, hasta clásica, en el sentido peyorativo con el que hoy se habla de clasicismo en el cine. En una palabra: con ésta, mi primera película,intento adjudicarme el honroso calificativo de profesional. En cuanto al guión, mi fiel y eterno colaborador Luis Peñafiel, basándose en un relato de Juan Tébar, decidió esta vez que el terror y el suspense sirviesen sólo de telón de fondo a una serie de planteamientos psicológicos, con la intención de que La residencia fuese algo más que una película de miedo. Sé que pongo en juego quince años de televisión. Tengo miedo y dudas y nervios. Puede que continúe haciendo cine, no lo sé. Depende de muchos factores. Ocurra lo que ocurra, quiero agradecer a Anabel Films, S.A., toda la confianza que en mí depositó; la oportunidad de haber trabajado junto a Gómez y Mahnahen Velasco; de haber terminado de descubrir a Cristina Galbó, Maribel Martín, Teresa Hurtado, Conchita Paredes y todas las demás chicas españolas; de ser responsable de que Mary Maude y Pauline Challenor -las dos chicas inglesas- debutasen en el cine, y sobre todo, de contar hoy con la amistad de Lilli Palmer, esa gran señora a la que siempre profesé una inmensa admiración”
Me parece una película de culto, cómo quisiera verla, me gustan esas películas difíciles de encontrar pero como digo será casi imposible dar con ella, de todas formas algunas veces he tenido buena fortuna y las he encontrado, no desestimo esa oportunidad. Siempre traes a colación sugerentes películas españolas Scotty. un abrazo.
ResponderEliminarMario.
La vi hace muchísimo tiempo, pero me impactó. Gracias por traerla aquí ;)
ResponderEliminarMuy, muy Hammer.
ResponderEliminarQue poquito se prodigó Ibañez Serrador en esto del cine, nos dejó dos películas de género muy, pero que muy decentes.
Es una lastima porque viendolas te das cuenta de que este hombre podía haber dejado un importante legado cinematográfico.
Una pena. menos concursos y más películas Chicho.
Scotty te comenté en Balada triste.., Los ojos de Julia y en También la lluvia
ResponderEliminarDe Ibañez Serrador además de ser un genio en todo lo que tocaba,lo que no se me olvidará, "Historias para no dormir" que fueron televisadas por los años 80.
ResponderEliminarReferente a las cáratulas que entregaban a la entrada de los cines,es lástima que se hayan perdido esas costumbres, estaba bien.
Saludos
Mario, no creo que sea díficl encontrarla en los grandes almacenes. De todos modos, sieempre quedará el Emule y similares. Mejor eso que nada. Gracias por valorar mis modestos "comentarios" de cine. El cine español está muy vapuleado, pero no es taan malo. A mí me interesa bastante.
ResponderEliminarUn Saludo.
Athena, gracias a ti por leerme. En aquellos aañaos, la película impresionaba especialmente por lo atrvida en sus imágenes, en su tema y en sus subtemas. Todo era sobresaliente: desde el diseño de producción el guión, la direción, los actores...
ResponderEliminarUn abrazo.
David, el look es Hammer a tope. La Hammer abordaba casi en exlusiva el fantástico gótico o barroco, pero también hacía cine de terror en ambientes digamos mas realistas y epocás más actuales.
ResponderEliminarQué pena que desapareciera esa productora.
Eso: Chicho, qué pasó para que dejaras de hacer cine. Todavía puedes, que stás hecho un chaval...
Un abrazo.
Piru, sólo había visto tu comentario en Los ojos de Julia y algo dije. Tengo problemas con las notificaciones de Blogger a mi correo pues lo tengo bloqueado hace unos días y no puedo accder a él. Estoy intentando solucionarlo y no hay forma. Esto me tiene frito y me va a costar una depre. Menos mal que puedo entrar al blog. Los comentarios los leos mirando las entradas, pero, claro, sólo lo hago con las tres o cuatro que están en la página. De momento, los otros comentarios se me escapan bastante.
ResponderEliminarEntro a leerlos.
un abrazo.
Anelva, esas Historias para no dormir fueron el gérmen de su cine. Gracias a ellas, los productores le dieron carta blanca para que hiciera esas dos películas, que han quedado en la historia del cine de terror, no sólo en España.
ResponderEliminarA mí me gusta incluso más ¿Quién puede matar a un niño?
Un abrazo.
No he visto ninguno de los dos largos de Ibáñez Serrador, compa Scotty, ni éste que (tan bien) reseñas (con su programa de mano, incluido; costumbre, por cierto, que ha desaparecido de forma generalizada, pero que aún conservan algunos cines en Madrid -los Golem, o los Princesa, por ejemplo...-). Sí que cuento, afortunadamente (las distribuyó recientemente en DVD, y a muy buen precio, un periódico local de Córdoba, y me he agenciado la serie completa) con las Historias para nor dormir, de las que apenas guardaba recuerdo (era yo muy pequeñito en aquel entonces...), y que ahora voy viendo así, de vez en cuando, a ratos sueltos, y disfrutando como merece. Me temo que el bueno de Chicho no está ya, dada su precaria salud, para demasiados trotes cinematográficos, pero sí que es cierto que podía haber hecho mucho más celuloide de un excelente nivel (misterios de la producción, vaya...).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y seguimos trasteando.
Manuel, qué suerte poder ver la serie ahora. El periódico local hizo una buena labor (¿el "Córdoba"?) Yo viví ahí, en la capital, hace ya algunos años. En la Plaza del Conde de Priego.
ResponderEliminarEfectivamente, Chicho ya no estará para trotes. Qué pena que no hiciera más cine, sí.
Un cordial saludo, casi paisano ;) Y... trasteamos...
Una buena peli. Muy del estilo del mejor Chicho!!! Y como bien dices, con mucha influencia del maestro Hitchcock.
ResponderEliminarSaludos!
Manderley, cuánto ha influído el "mago del suspense" en otros cineastas!. Y Psicosis más que ninguna otra película suya.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Hola, ubiqué tu blog a través de Diarios de un gato muy perdido. Y déjame decir que ha sido un buen hallazgo. Yo también soy un vicioso del séptimo arte (y otros también).
ResponderEliminarMe encantaría que te sumes como seguidor a mi blog, y por supuesto, yo haré lo mismo.
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www.artbyarion.blogspot.com
Yo vi la de ¿Quién puede matar a un niño? Esta la pillé y la vi muy empezada. Casi el final.
ResponderEliminarTe iba a decir que la apunto, pero la lista ya es demasiado larga...
Un saludo, Scotty.
PD: Tienes que poner el Love is a many splendored thing de la peli. Ese suena apoteósico (ja,ja).
Hola, Arion, me parece estupendo. Nos leemos...
ResponderEliminarUn cordial saludo.
David, Creo que está en otro MixPod de "mi colección". Pero me parece excesiva. Tanta emotividad distrae de lo principal, que es leer el blog.
ResponderEliminarOtra cosa es la parte de los títulos de crédito, mucho más moderada, pero cortísima. Hay cantdad de versiones: orquestadas, cantadas... Hay una que me gusta bastante, la versión de Johnny Mathis, pero ademas de emocionante es cantada y todavía distrae más. Hay una de Los indios Tabajaras que suena muy bién... pero no es lo mismo. Esta versión que oímos es agradable y no molesta demasiado para leer.
De todos modos, si me dices cual es la que te gustaría oír yo la pongo unos diítas, jejej...
Un saludo.-
y a mi porque me suena tanto esta pelicula?? Debi ver alguna escena en la tele hace tiempo... Me encanta este tipo de cine, de hecho soy una freak de las pelis de serie b de terror de los 50 y 60. Vincent Price es dios para mi! ;)
ResponderEliminarUn placer, Scotty;)
Qué tal Lee.
ResponderEliminarSi te suena, es porque la has visto. En la tele, desde luego que la pusieron. Habra´s vito entonces todas la de Roger Corman sobre Edgar Allan Poe.
Un placer también para mí.
Nos leemos...
Muchísimas gracias por seguirme, desde éste momento yo lo haré contigo...y porqué aún no te conocía,porque ten por seguro que si te hubiera localizado antes, ya te seguiría desde hace tiempo. La música que tenemos el placer de oir mientras visitamos tu blog, me trae recuerdos de otra época..recuerdos de un cine maravilloso. Respecto a tu entrada, decirte que me encantaban aquellas ""Historias para no dormir", que realmente tenían su dosis de terror, más bien psicologico, pero que por aquellos tiempos perturbaban mi infancia, haciendome sentir la rara, pero a la vez agradable ,sensación del miedo. Ibañez Serrador un director de los mejores; todo lo que he podido ver de él me ha gustado. La película que citas, no recuerdo haberla visto, pero tiene pinta de ser magnífica, voy a procurar encontrarla, pues la intriga y el terror son mis géneros favoritos. Ya... ya sé que me he extendido un poco, pero es la primera vez, y estoy emocionada...continuaré haciendote visitas.Muchas gracias y un abrazo
ResponderEliminarMi SqSmaravillosa amiga:
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Creo que tenemos gustos parecidos aunque yo le doy a todo, jajaj!Si miras las películas que comento,verás que hay de lo más variado. Yo,del cine, como del cerdo:¡ Me gusta hasta los andares! jajaj. Bueno, me ha salido el chiste malo.
En srio que tienes un blog muy atractivo.
Nos leemos...
Ah, no te pierdas la "otra" película. No "La otra residencia" jejej... sino ¿Quién puede matar a un niño? Vale la pena.