Janet Leigh estará siempre asociada a su personaje de Marion Crane en Psicosis (1960). Su papel más emblemático y el que más fama le reportó le llegó paradógicamente cuando su estrella ya empezaba a declinar y su físico dejó de ser apto para encarnar a las virginales y voluptuosas heroínas que la llenaron de gloria en pleno apogeo del Cinemascope y el Technicolor.
Durante toda la década de los cincuenta, su etapa más esplendorosa, Janet Leigh alimentó el imaginario erótico de toda una generación de jovencitos, y no tan jovencitos, por sus papeles en un buen puñado de películas de aventuras, en las que lo que mejor lucía era un esplendoroso y turgente busto que a más de uno dejaba boquiabierto.
De hecho, a Janet Leigh la apodaron “el busto” y así era conocida dentro y fuera del mundillo cinematográfico.
Con una delantera capaz de cortar la respiración, la cámara se recreó en los abundantes planos medios que le dedicaban en cada una de las películas en las que intervenía. Retratarla “de cintura para arriba” era una constante en todas sus películas.
Janet Leigh era bellísima la miraras por donde la miraras, pero invariablemente, las miradas de todos los varones iban a parar siempre a su“sobresaliente” pechámen. Normal.... era lo primero que la cámara metía por los ojos al espectador.
Nacida en 1927 en la ciudad californiana de Merced, entró en el mundo del cine gracias a que su madre le enseñó unas fotos de la chica a la por entonces gran estrella de la pantalla, Norma Shearer que quedó impresionada por la belleza de la muchacha.
La Shearer, que en esos años era la reina de los estudios MGM gracias al descomunal éxito de su película Las zapatillas de cristal, la recomendó a sus directivos augurándole un brillante porvenir en la Metro y, de paso, aportando suculentos dividendos a la productora.
No se equivocó, y Janet Leigh se convirtió muy pronto en imprescindible en las películas más taquilleras de los estudios, generalmente films de aventuras a pleno Cinemascope y rutilante Technicolor.
Tras rodar un par de películas en papeles de transición, en 1949 es una de las protagonistas del gran éxito del año, Mujercitas, según la novela de Louisa Mary Alcott.
En ella tenía como compañera a otra jovencita, algo más experimentada, pero que, como a ella, la película lanzaría al estrellato: nada menos que Elizabeth Taylor.
Las acompañaron June Allyson y Margaret O´Brien, conformando un cuarteto de hermanitas victorianas de lo más empalagoso,
Ese mismo año rueda El Danubio rojo y La dinastía de los Forshite, que también funcionaron muy bien en taquilla. Por tanto, 1949 es su año gra año y a partir de ahí ya vendría todo rodado.
Pese a que la “mujercita” apuntaba maneras de actriz con talento, la Metro se empeñó en mantenerla en el grupo de sus chicas dulces y acarameladas, al lado de sosas de la talla de June Allison (con la que había trabajado en Mujercitas) o de Ann Blyith.
Con dos matrimonios a sus espaldas (Janet se casó por primera vez a los 15 años de edad), en 1951 contrajo matrimonio con Tony Curtis y la Metro vio un filón con el que explotar a tan encantadora pareja, dentro y fuera de la pantalla.
La Metro los ató bajo contrato: tenían la obligación de aparecer en los reportajes del estudio como la quintaesencia de la pareja ideal, representando los valores más rancios de la sociedad americana.
Jóvenes, hermosos y buenos chicos, Tony Curtis y Janet Leigh aguantaron un matrimonio no tan feliz como aparentaba, y alimentaron el estereotipo durante algunos años, pero al final acabaron divorciándose. Del matrimonio nacieron dos niñas que también llegarían a ser actrices: Kelly y Jamie Lee.
Mientras estuvieron juntos, el estudio los emparejó en películas de aventuras o comedias rosa como Coraza negra (1954), El gran Houdini ((1953) o Vacaciones sin novia (1959). Mientras, iba alternando una serie de películas de diversos géneros que la iban curtiendo por fin como un actriz a tener en cuenta.
Scaramouche (1952), Colorado Jim (1953), El príncipe Valiente (1954), Los vikingos (1958) o Sed de mal (1958) la obra maestra de Orson Welles con la que, por fin, consiguió que la consideraran como una actriz de talento.
Justo un año después Alfred Hitchcock le haría interpretar la que está considerada la secuencia más impactante de toda la historia del cine: la famosa ducha de Psicosis.
La película le reportó el mayor éxito de su carrera y una nominación al Oscar, pero también pesó sobre su futuro como una pesada losa.
Sus siguientes trabajos pretendían hacer olvidar al público, sin conseguirlo, su famosa ducha en Psicosis y así, en ¿Quién era esa chica? (1961), Un beso para Birdie, Ella y las otras (1963) o Tres en un sofá (1966) la hacen desfilar por alocadas comedias, con o sin números musicales, que no la llevaron demasiado lejos.
En 1979 rueda La niebla, trabajo que aceptó para dar su apoyo a una incipiente Jamie Lee Curtis, su hija, y se retira del cine. En 1998 vuelve cirunstancialmente e interviene en Halloween H20 para arropar de nuevo a Jamie Lee. Fue su última intervención ante las cámaras.
En Octubre de 2004, con 77 años cumplidos, falleció en su casa de Beverly Hills, rodeada de sus dos hijas, Kelly y Jamie Lee.
una actriz como la copa de un pino!!!
ResponderEliminarde las grandes y se tendria que reivindicar mucho más!!!!!!!!
Buena reseña biográfica de ésta actriz, la que Hitchcock utilizó como elemento indispensable en una de sus escenas más memorables y que no falta en todo recuento cinematográfico de terror ni en la memoria de todo cinéfilo, no sé cuantas duchas la hizo pasar el famoso director británico a Janet Leigh porque quería que sea una parte importante de la película y mira que quedó perenne en su hoja de actriz tanto que se le identifica por ello. Muchas tomas a detalle para hacer creer el asesinato morboso de Norman Bates, el cuchillo en el aire, el sonido chirriante y el grito de horror de la mujer que trata de cubrirse con los antebrazos, la sangre cayendo en el hueco de la tina. Imagino que con la censura de la época Leigh habrá tenido sus problemas de promoción e igual explotaron ese atractivo. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Exactamente Scotty, era una belleza se la mirara por cualquier sitio. La recuerdo en "Mujercitas" (una película con una música estupenda) y en sus películas con Curtis. También la recuerdo en "El mensajero del miedo" y lógicamente en Psicosis. En la fotografía que has publicado justo después de hablar de Psicosis tiene un asombroso parecido cn Grac Kelly. Saludos.
ResponderEliminarJanet leight lo tenía casi todo, era uno de esos casos en los que se conjugan un físico impresionante y grandes dotes interpretativas. Buena muestra son las enormes "Psicosis", "Sed de Mal" y "Colorado Jim". Una grandísima actriz a la que sólo le faltaba esa magia intangible e inherente a las grandes estrellas, algo que sí tenían Marilyn, las Hepburn o Bacall.
ResponderEliminarEl pícaro de Tony Curtis (todo un gourmet en cuestiones de faldas) bien sabía lo que hacía... no es de extrañar que en "Los vikingos" él perdiese una mano por la turgente princesa así como el bueno de Kirk media cara y algo más.
Un saludo y buena entrada.
A mí no me parecieron tan empalagosas las mujercitas de esa peli, pero bueno... Y June Allyson no era tan sosa.
ResponderEliminarReconozco que Janet siempre me ha gustado (más allá de su busto)... Mi mujer dice que tenía ojos de loca (ja,ja) No sé... De todas formas, a mí la que me gusta de Psicosis es Vera Miles (es que Vera Miles me gusta más que Janet Leigh). En Los Vikingos estaba fantástica... y como dijeron en otro blog, la escena en la que Tony le rompe el vestido es... buuuf...
Un saludo.
Como dicen los dos David, es una muy buena actriz, que ha hecho papeles en pelis tan importantes como las que ha mencionado David de ciclos de cine, a éstas añadiría Los vikingos, y sí que tiene una mirada intensa hasta el punto de que, a veces, en algunas fotos parece la mirada de una mujer con un pequeño desequilibrio emocional (fijaros si no en la foto en blanco y negro donde aparece con su marido Tony Curtis -y éste con pajarita- que ha puesto Scotty en el post); pero eso forma parte de su atractivo porque no siempre tiene esa expresión, ni mucho menos, y cuando refleja más serenidad es preciosa.
ResponderEliminarExcelente entrada, Scotty.
Gracias por el post, Scotty. Las fotos son una prueba evidente de su apodo. Ese busto no parece de verdad, pero qué bien le quedaba.
ResponderEliminarBargalloneta, llevas toda la razón. Quizás no esté considerada una gran actriz, pero yo creo que es muy querida por el público. A mí, me gusta/ba especialmente. No soy mitómano, pero Janet Leigh tiene un rinconcito especial en mis corazoncito de cinéfilo, tanto por sus películas de aventuras ¡cómo estaba de hermosa en El príncipe Valiente! Y en Los vikingos... y en Scaramouche. Y en Tres en un sofá le hizo una réplica de gran comedianta al gran Jerry Lewis. Y no digamos su trabajo en Psicosis... Ay... que me pongo nostálgico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mario, si supieras cuántas veces he visto Psicosis. No lo sé ni yo, jajaj!. Todo el tramo que va desde que coge el dinero, sus dudas, sus decissiosnes, su viaje en coche, sullegada al motel, su conversación con Norman... y su inesperado violentísimo asesinato!. Nada más de pensarlo estoy con la boca abierta.
ResponderEliminarFíjate que donde tuvo problemas la película fue en las escenas previas a los títulos. En España fueron amputadas sin más y en Estados Unidos hubo su polémica. Todo porque Janet salía en sostén. Claro que no todas lucen así los sujetadores. ¡Y ella qué culpa tenía! La naturaleza la hizo como la hizo, jejej...
Un abrazo.
Marcos Callau, El mensajero del miedo es una gran película y ella está fantástica. He mirado la foto que comentas y llevas toda la razón. Un parecido enorme. Me da que no es casualidad. Está maquillada y vestida a lo Grace Kelly total. Puede que sea la moda de aquellos años o el parecido está buscado.
ResponderEliminarUn abrazo cordial.
David I:
ResponderEliminarSed de mal, Colorado Jim... ¡qué dos registros más diferentes! eso demuestra sus dites de actriz. Y dos grandísimas películas. Colorado Jim es uno de mis western favoritos y aclaro que el western es mi género favorito.
Es verdad que, pese a su magnetismo, siempre se quedaba por debajo de la talla de las actrices que comentas. En realidad nunca llegó a ser una de las grandes ¡Qué pena!.
David II :)
ResponderEliminarPuede que las mujercitas no fueran tan empalagosas como las recuerdo. Pero tengo muy grabado las voces del doblaje. Puro caramelo.
Ojos de loca... Tu mujer es muy observadora. Esos enormes ojos siempre tan abiertos... ¿Quién sabe?, jajaj.
Que Vera Miles está mejor que ella en Psicosis, pues ahí no coincidimos para nada, con todos mis respetos para Vera.
En realidad, ¿qué papeles hizo Vera Miles que queden imborrables. Otra cosa es que interviniera en películas como Centauros del desierto o Falso culpable y algunas que no recuerdo ahora.
Su gran oportunidad la perdió al no poder ser Madeleine/Judy en Vertigo debido a un embarazo. Yo creo que no hubiera estado mejor que Kim Novak, la verdad. No sé que tenía esta chica pra Alfred Hitchcock que era si ojito derecho desde que la dirigió en la primera entrega de la serie "Alfred Hitchcock, presenta".
Ah, en Los vikingos... ¡cómo estaba!. Qué maravilla de la naturaleza... ;)
Saludos a tu esposa, me ha hecho mucha gracia su comentario.
Javi, que me vais a convencer de le faltaba un tornillo!. he mirado la foto y, efectivamente, tiene una mirada ambigüamente inquietante... :(
ResponderEliminar¡Me váis a derribar el mito! No hay derecho...
Un abrazo.
Athena, gracias a tí por tu consideración a mi modesto "trabajo".
ResponderEliminarEs verdad que en algunas fotos el busto no parece natural. ¡Qué exageración!
Creo que cuando se la presentaron a Tony Curtis éste le dió la mano y le dijo: "Mucho busto..." y ella le contestó. "El busto es mío...", jajaj...
Perdón por hacer un chiste tan malo con un tema tan viejo. ;)
Un fuerte abrazo.
Despampanante con ese jersey de angora a lo Ed Wood. Malas lenguas dicen que ese jersey y modelitos similares también se los ponía Tony Curtis. Borgo.
ResponderEliminarJajaj! Pues no sabía lo de Tony. Aunque en Con faldas y a lo loco ya apunta maneras... :)
ResponderEliminarUn saludo.
Scotty,
ResponderEliminar¿soy yo la única que le encuentra un parecido a Grace kelly?
bsts
Troyana, no eres la única que le encuantra ese parecido. Marcos Callau, en el primer comentario de la entrada, ya lo dice. Y lleváis razón. Sobretodo en esa foto del collar de perlas.
ResponderEliminarBesos.
Sin duda estamos ante una de las actrices de Hollywood más superdotadas. Con semejante bagaje en su carrera en la Meca del cine no me extraña nada las iracundas reacciones que sufría el pobre de Curtis cuando compartía escena con el salidillo de Douglas en la esplendorosa película de "los 'vikingos'"; no sé si el título intentaba reflejar algo de lo que pasaba por los platós durante el rodaje.
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