18/10/10

Pan negro

Inocencia interrumpida

Pan negro es otra película más sobre la guerra civil. O sobre la postguerra. De nuevo, los malos son los vencedores y los buenos los vencidos. El cine español ya cansa con tanto cine político sesgado y partidista. Aburre con tanto maniqueísmo ideológico...”. De Pan negro se pueden decir todas las frases hechas que se quieran sobre tan controvertido tema.Y se diría todo eso, y más, si fuera una película que llamara la atención del público y de la crítica generalista. Pero Pan negro va a pasar sin pena ni gloria por las pantallas españolas y ni siquiera va a provocar esa polémica, tan recurrente y cegata que surge de inmediato ante una película sobre “la Guerra Civil”, alimentada por generadores de opinión interesados en denigrar el cine español y, en especial, el cine español cuyo mensaje parece molestarles como si se sintieran aludidos. Pues creo que al cine español le quedan muchas cosas que decir sobre tan negra etapa de nuestra Historia, por la que deberíamos sentirnos infinitamente interesados, y que necesitamos todavía bastantes más películas sobre el tema.

Como pueblo, como personas, somos, no lo olvidemos, la consecuencia de aquella terrible etapa de nuestra reciente biografía colectiva. Deberíamos querer saber de dónde venimos y en qué circunstancias hemos conformado nuestra forma de ser y de pensar en las nuevas generaciones. Las películas sobre la “Guerra Civil” y sus consecuencias, no sobran. Todo lo contrario: faltan un buen puñado de ellas que nos sacudan y nos hagan interesarnos sobre lo que pasó. Con respeto pero con mirada analítica y conciliadora sin que tomemos partido ni nos posicionemos necesariamente. Nosotros no somos responsables de los errores de nuestros predecesores. Todos, ahora, somos y estamos libres de culpa. Puede que toda esta perorata previa a mi comentario sea innecesaria y esté fuera de contexto, pero ahí queda.

Basada en una novela de Emili Teixidor, Pan negro es, más que una película sobre la inmediata postguerra civil española, un thriller en el que hay un crimen y un asesino al que descubrir y unos hechos terribles que se esconden detrás. El contexto es, desde luego, el que nos va a dar las claves del por qué de unos sucesos directamente relacionados con la contienda, pero el fondo del discurso de Pan negro habla de las naturaleza humana y de la capacidad de degradación, o de regeneración de la misma cuando las circunstancias ponen al hombre entre las cuerdas. Pan negro es “una película de Agustí Villaronga”. Quiero decir que en ella son reconocibles las constantes y el estilo de uno de los autores más personales e insólitos del cine español y que su sello autoral sigue intacto.

Estamos en la mitad de los años cuarenta, en un entorno rural de la Cataluña profunda, donde los rencores y las venganzas, la desolación moral y física consecuencias de la reciente contienda, hace estragos en los habitantes de una aldea en la que un chiquillo tiene que enfrentarse a hechos terribles y a acabar asumiendo verdades que van a dinamitar su inocencia y sus fuertes y sólidas convicciones éticas, todavía en una frágil etapa de consolidación y crecimiento.

El entorno moral del grupo humano que Pan negro retrata, como es recurrente en el cine de Agustí Villaronga, está soterradamente contaminado por lo peor del hombre y transitado por los rincones más oscuros de la naturaleza humana, que acaban saliendo a flote. Los personajes son tan turbios y ambiguos en su integridad moral y ética como lo son en toda la filmografía del director de Tras el cristal, y no se salvan ni el grupo más proclive a la inocencia, la infancia: apaleada, vejada y utilizada hasta su degradación (tema recurrente en el cine de Villaronga), pero no primigeniamente tan inocente, y proclive a la degradación ya desde su propia naturaleza. En este sentido, el personaje protagonista, interpretado con soltura por el niño Francesc Colomer, es quizás en su concepción el más puro e incontaminado del grupo humano en que se mueve, aunque acabará, como no era menos de esperar, claudicando y entrando en el juego de mentiras y egoísmos al que le abocan las circunstancias y el desencanto al descubrir la verdadera cara de los mayores.

Pan negro tiene como principal flaqueza el dibujo de una un grupo de niños, de una infancia, que habla y actúa como si fueran mayores y con un lenguaje afectado y poco creíble para sus edades. Se podrá decir que en semejante entorno en que crecen, la maduración prematura es una necesidad acuciante para la supervivencia, y que las mezquindades reinantes alrededor de ese mundo adulto, bastante degradado, son muy fáciles de aprender y asumir a esas edades, pero la película se ve afectada por el dibujo de unos chiquillos que no actúan como tales.

Se habla de que Pan negro tiene ciertas conexiones con El laberinto del fauno. Como no sea en cierto parecido con el negro entorno rural de la postguerra, y en la necesaria evolución de la mirada infantil obligados a formar parte de hechos que van dinamitar su naturalidad e inocencia, en la necesidad de evadirse de un entorno insoportable a través de la imaginación y en la presencia del actor Sergi López en un personaje del mismo corte…

Pan negro es mucho más negra y mórbida y bastante menos complaciente con los recursos oníricos y poéticos. Estamos ante una película de Agustí Villaronga, un cine en las antípodas del de Guillermo del Toro, lo que no quiere decir que sea un cine ni mejor ni peor, sino diferente. Y hay que dejar claro que, pese a que las películas de Agustí Villaronga son siempre motivo de atención preferente para el aficionado, Pan negro es de lo más flojito en la filmografía del director de El mar, lo que no quiere decir que no sea una película sumamente interesante y muy recomendable.

Calificación: ***

16 comentarios:

  1. No he visto ninguna de Villaronga. ¿De quién es ese primer párrafo entrecomillado? Tuyo no es, ¿no?

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  2. Precisamente, amigo Scotty, ví la peli ayer mismo, así que la tengo calentita.
    Bien ¿Opinaría como quienquiera que dijese la primera frase?....No, y no. Opino exactamente igual que tú y aún diría que ni siquiera la pega del leguaje de los niños es un defecto.
    Con esta peli me ha ocurrido que tanto los personajes, como la ambientación, como los sucesos que narra me parecen absolutamente certeros. Yo viví esa postguerra un poquito despues y recuerdo las conversaciones con mis amigos del cole y las habladurías de la gente de mi entorno, que no se daban cuenta de que un niño podía darse cuenta de lo que iba la cosa.
    La última escena me parece genial. Me quedé pegado a la butaca, como pocas veces en las últimas proyecciones que he visto.
    No tengo ni la menor idea de cómo ha venido a estrenarse en un cine de Las Palmas, alucino con este hecho, pero bienvenido sea.
    Ah! la sala tenía un aforo de 80 personas y creo que asistiríamos unas 40, incluso algunos espectadores eran gente joven. La pantalla un pelín más grande que mi televisor. Ejen.
    Un abrazote.

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  3. Qué raro, David, que no hayas visto nada de Villaronga, un director de culto. Quizás deberías empezar por la primera, Tras el cristal.

    El entrecomillado es mío y por supuesto el texto. Es una frase hecha en parecidos términos a lo que habitualmente se lee y se oye ante cualquier estreno de cine que trate sobre el tema. Una opinión interesada expandida con bastante éxito por determinados medios y sus habituales opinadores. Una opinión que muchos lectores u oyentes hacen propia por pura inercia sin caer en la cuenta de la manipulación de que son objeto. Una táctica más habitual de lo que se pueda ver a simple vista, arma de este tipo de periodismo, y que abarca a muchos más temas. Aunque en la inquina contra los que hacen cine ponen un acento especial por el compromiso político de determinado signo que la mayoría de los cineastas no ocultan.

    Creo que hacen un daño brutal al cine español por puro y simple rencor a los posicionamientos ideológicos de quienes lo fabrican.

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  4. ANRO, yo tambien viví los estertores de esta prinera etapa del infierno de la postguerra. Estas películas no dicen nada que no fuera cierto. Es significativo que haya tanto interés en silenciarla.

    Efectivamente, la última escena es muy buena. Podríamos utilizar el título de la primera película de Villaronga: Tras el cristal.

    Un abrazo.

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  5. Me habían comentado de ir a verla, pero eso de no haberme leído el libro hacía que no me apeteciera mucho.
    Ahora con vuestros comentarios y reseñas, valoraré el acercarme a ir a verla.
    Como siempre gracias, señores, por sus palabras.
    Y un beso,

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  6. no entiendo muy bine, la pongas a parir y después digas que es recomendable, por tus comentarios entiendo que paso de verla.

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  7. aquí tienesvanunciadas peliculas preciosa que yo he visto en videos de alquiler ...pero que a mi me encantan ...gracias por dejarnos saborear al menos sus recuerdos.
    un abrazo
    Marina

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  8. Pues creo que el texto para comenzar tu artículo en absoluto está fuera de contexto. Se han hechomuchas películas sobre este tema pero probablemente aún no henmos visto la mejor y como dices queda mucho por decir. tampoco he visto nada de Villaronga.

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  9. Cotu, creo que no me he explicado bien ya que Davida tambien se ha liado un poco con el texto del principio. Quizás no debí entrecomillarlo.

    Ese texto es mío y es un supuesto aproximativo del que la película i/va a provocar entre ciertos sectores de espectdores, con el que para nada yo estaría de acuerdo. Lo que sigue al entrecomillado es mi verdadera opinión de la película.

    Mis disculpas si te he liado con esa concesión "literaria".

    Un cordial saludo.

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  10. r, omo siempre te digo, gracias por tener en cuenta nuestras opiniones. De la novela no puedo decir nada pues no la he leído. Gracias ati por leernos y conssiderarnos.

    Un beso.

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  11. Marina, te refieres seguramente a las películas de Cine Nostalgia. Tu comentario me anima a prestarle más atención a este apartado.

    Gracias a ti por tus comentarios.

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  12. Marcos, que David y tú me digais que no habeis visto nada de Agustí Villaronga, avala mi comentario del pricipio referente a que la película la van a ver muy pocos espectadores. Entre aficionados como nosotros, Villaronga debería ser conocido. Entiendo que no lo sea entre el público palomitero. Dadle una oportunidad: es de los nuestros.
    Un abarazo.

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  13. Upa!
    Tiene toda la pinta, habrá que hacer un lugar para ir a ver!
    Buena semana!

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  14. Se necesita más cine de la Guerra Civil, sí, pero en mi opinión debe empezar a ofrecerse con perspectiva histórica: mostrar los hechos además de las consecuencias. Y no sé quién ha escrito el encomillado del comienzo de tu entrada, pero se salió a media proyección, fijo. Por cierto ¿la conexión con "El laberinto del fauno" la niegas o la defiendes vehementemente? Es imposible dar más pruebas, je, je. Al fauno lo llamas Pitorliua y ya está todo hecho.
    A ver si le echo el ojo a alguna obra más de este director: interesante cuando menos.
    Saludos.

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  15. Petardo Contreras y Licantropunk. No sé por qqué motivos me he encontrado estas respuestas avisadas en mi "correo no deseado". Por eso no las había contestado antes.

    A Petardo, espero que ya la hayas visto.

    a Licantropunk, pues... no me acordé de El laberinto del fauno, la verdad, pero ahora que lo dices...

    Seguro que te va a gustar todo lo que veas de Villaronga (tampoco es que tenga tanto) pero a mi me impresionó mucho su primera película, Tras el cristal.

    Cordiales saludos a los dos.

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  16. Sólo decirte que la vi, y me gustó bastante. Unas escenas impactantes, las del principio, que me sorprendieron.
    Sigo tus opiniones pues es un elemento más a la hora de mi valoración en ir a ver una peli (o no).
    Saludos,

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