De Oliver a Barry Lyndon
Ryan O’Neal fue en la década de los 70 uno de los galanes más deseados por las jovencitas (y no tan jovencitas) que lo descubrieron justo en el año en que empezaba dicha década en la película de Arthur Hiller
, Love Story. Su personaje, Oliver, lo lanzaría fulgurantemente al estrellato. La película fue un romanticoide folletín que hizo correr ríos de almíbar y de lágrimas entre un público femenino que en aquellos años devoraba las por entonces muy populares fotonovelas. Las fotonovelas eran una suerte de novelitas rosa de consumo en formato revista, en las que los textos, levísimos, eran simples apoyos que enfatizaban historias de amor contadas utilizando fotografías, ordenadas al estilo de las viñetas de los cómics: en realidad eran tebeos cuyas cuadrículas sustituían los dibujos por fotos. En
Love Story nacía también otra estrella cuyo recorrido fue algo menos extenso que el de Ryan, pero que mientras lo fue, no tuvo nada que envidiarle: su compañera de reparto -y de lágrimas- fue una tal Ali McGraw, hoy olvidadísima.
Love Story tuvo poco después su secuela, que se llamó
Historia de Oliver, pero que no alcanzó ni por asomo el éxito de la primera.
En la época de Peyton Place, cuando aun había rodado para el cine.
En España, más de una de las estrellas del cine de aquellos años salieron de la fotonovela. De los actores españoles que de dichas narraciones pasaron al cine, citaré a María José Cantudo y a Manolo Otero los qué, como estaba mandado y reclamaban sus fans, trasladaron sus fotoromances impresos a la vida real y acabaron pasando por la el altar. El matrimonio no llegó muy lejos, pero esa es otra historia. Otra historia que también hubiera podido muy bien ser de fotonovela. Pero estamos hablando de Ryan O`Neal…
Ay!, los estragos del tiempo...
Cuando se rodó Love Story, Ryan O´Neal no era un completo desconocido pues en la década anterior (años sesenta) había intervenido en la exitosa serie de televisión Peyton Place. Allí hacía pareja con la también futura estrella de cine Mia Farrow. Aquel trabajo en televisión le proporcionó algún papel en el cine, pero sin que ello tuviera demasiada repercusión en su ascenso al estrellato. Si acaso, destacar de finales de los 60 una película titulada La perversa (que se estrenó en España con bastante retraso, y a rastras del éxito de Love Story), en la que conoció a la que sería su primera esposa, Leigh Taylor Young.
La pareja que más hizo llorar en los setenta. Con Ali MacGraw en Love Story.El éxito de Love Story (quién no reconoce todavía ya desde los primeros acordes a la oscarizada y romántica banda sonora de Francis Lai), película por la que Ryan obtuvo una nominación al óscar, propició que nada menos que Barbra Streisand -entonces una de las diosas indiscutibles de Hollywood- se fijara en su atractivo palmito y lo reclamara para ser ella la que lo pasara por la piedra (en la ficción y durante el rodaje, se cuenta) en su siguiente película, una nueva versión, con los personajes puestos al día, del clásico de la comedia de los años treinta La fiera de mi niña
Barry Lyndon alumbrado por Kubrick: utilizó como única iluminación de interiores la luz de las velas del decorado.
Ni la Streisand era Hepburn, ni O´Neal era Grant, pero ¿Qué me pasa, doctor? resultó ser una delirante y divertidísima comedia que no tenía motivos para avergonzarse delante de su modelo. ¿Qué me pasa, doctor? fue dirigida por Peter Bodganovich, por entonces un prometedor director que, antes de perder de forma prematura e incomprensible el protagonismo y el peso que conseguirá en la industria del cine en los siguientes años, nos dejó obras de la importancia de The Last Pictures Sow, Targets o Una señorita rebelde.
Con Tatum en un descanso de rodaje (Luna de papel)
A continuación de ¿Qué me pasa, doctor?, Bodganovich le puso a Ryan O´Neal otro gran éxito en bandeja, Luna de papel, película en la que debutaba su hija Tatum. Con solo nueve añitos Tatum O´Neal consiguió el óscar a la mejor actriz secundaria, ostentando todavía hoy el récord de ser la actriz más joven en ganarlo. Bodganovich siguió haciendo cine, pero su aura de gran director había sufrido un importante deterioro tras varios fracasos consecutivos y al día de hoy no ha conseguido recuperar el prestigio de su primera etapa. Y eso a pesar de películas tan interesantes como Texasville, ciudad a la que volvió en la ficción treinta años después a revisitar a los personajes de The Last Pictures Sow para que comprobar qué había hecho de ellos el paso del tiempo. Bodganovich, por desgracia, sigue estando bastante infravalorado, no tanto de la crítica como sí del público. Un público hoy muy distinto del de sus primeros éxitos y con el que no logra superar una evidente desconexión. Pero estamos hablando de Ryan O`Neal…
Con Farrah, al principio de su relación.
Después de una serie de películas de relativo éxito a Ryan O´Neal le faltaba todavía interpretar su película más prestigiosa y su cénit como actor, la aparatosa versión de la novela de Thackeray, Barry Lyndon, llevada a cabo en el 75 por un Stanley Kubrick en el apogeo de su creatividad, si es que ese apogeo no lo fue toda su impresionante filmografía. A partir de Barry Lyndon la carrera de Ryan O´Neal se estancó. Volvió a trabajar con Barbra Streisand en Combate de fondo, donde aprovechaba su pasado como boxeador. Hay que decir que en su juventud, antes de meterse a menesteres de actor, practicó profesionalmente ese deporte. Pero ya nunca remontaría su fama y la decadencia física que siempre llega a los guapos le fue limitando las posibilidades de recuperar el protagonismo perdido al no encajar en lo que siempre se esperaba de él: que estuviera guapísimo.
La pareja estuvo muy unida y durante la enfermedad de Farrah el siempre estuvo a su lado.
Se casó con la ex ángel de Charlie Farrah Fawcett Majors, fallecida hace muy pocos años. En su vida privada hubo tiempo para todo tipo de escándalos siendo el más sonado el que protagonizó al disparar con una pistola al hijo de ambos (al que no llegó a herir) en una reyerta familiar que nunca se aclaró del todo. En la actualidad, y tras superar una grave enfermedad de la sangre, ha iniciado una nueva andadura televisiva en la serie Bones donde interpreta al padre de Breenan, uno de los protagonistas y se anuncia su participación en varios capítulos de 90210.
Pues mira, Scotty, no sabía lo de Bones.
ResponderEliminarLo cierto es que ha hecho papeles que han marcado época y a pesar de todo es un gran desconocido para muchos.
Saludos
correr ríos de de
ResponderEliminarSobra un de. Por lo demás..
A mí Barry Lindon no me acaba de convencer (aunque Ryan estaba muy bien). Las que tiene con Peter sí. Y The last picture show y Texasville son estupendas (más la primera, pero la segunda no desmerece).
Joder! Dónde esté Nino Rota.. este sí que es un tema de amor fantástico y no el de Love Story.
Bueno, que me pierdo.
Menuda foto en bañador has puesto.. Ay! Y sí, leí en algún dominical las "desventuras" de Ryan, Farrah y su hijo.
Por cierto, he visto La historia de Oliver y La Perversa... pero todavía no he visto Love Story (qué pereza!) Un saludo.
PD: En The Driver estaba francamente bien, aunque Bruce Dern brillaba más. Aquella peli sí me gustó de crío. No sé si resistirá un segundo visionado.
Hola, Crowley. en realidad la filmografía de Ryan O`Neal sólo tiene tres o cuatro películas a recordar. El resto, bastante normalitas... y él tampoco es que haya sido Olivier... aunque sí fuera Oliver. Me refiero, claro éstá a Laurence.(He querido hacer un juego de palabras ingenioso pero no creo que me haya salido) :(
ResponderEliminarSaludos...
David, ¡qué peligro tengo tecleando!. He corregido lo de "que que" y he visto alguna coma que no está puesta de forma muy ortodoxa pero que después se me ha escapado. ¡Y habrá más!. No estoy dispuesto a leer mil veces lo que escribo en busca de gazapos. Desde ahora, me limito a corregir los que tú me encuentres. Espero de la comprensión de los que amablemente se molestan en leerme... ;)
ResponderEliminarDónde va a parar... Nino Rota le da mil vueltas a Francis Lai.
Ah, la foto sin camisa... Creo muy ilustrativo poner fotos del antes y del después de los "cinebiografiados".
No he visto The driver. Per Walter Hill hizo por esos años thrillers muy aparentes...
Saludos.
Ah, ese "por lo demás.." (con sólo dos puntos suspensivos)que me has puesto al principio, es algo mio por corregir, o es que se te ha escapado... o tiene alguna especial connotación, jajaj!.
Más peligro tengo yo, Scotty. Si leyeras algunos comentarios que he dejado en otros blogs, alucinarías.
ResponderEliminarA mí no me gusta corregir... y menos en público que es como feo. Si me pasas tu mail te mando encantado los "errores" que pueda pillar en los post que lea a partir de ahora.
Ese por lo demás... quería decir que al margen de esa pequeña repetición y sin tener en cuenta tonterías de estilo, pasaba a comentarte el post en cuestión.
Un abrazo.
PD: En otros blogs tienen muchísimos más errores ortográficos. A veces te das cuentas de que son fruto de las prisas, y en otras ocasiones, del desconocimiento de sus autores. Pero el contenido de sus textos es muchas veces interesante y compensa los posibles errores ortográficos que aparezcan, así que me da bastante igual. Si tuviera sus mails podría decirles... pero si me pongo a corregirles en comentarios pienso que se lo podrían tomar a mal. Lógico también. A ti sólo te he señalado esa repetición, que conste.
Lo mejor de Ryan O'Neal es lo freaky que se ha vuelto a la vejez tras esa tremenda biografía en la que hay hueco hasta para meterse rayas con su oscarizada Tatum... Y de Farrah qué decir... Ya lo decía todo MacNamara:
ResponderEliminareres un rastafairo
eres un puerco espin
eres un flystardos
eres un telefilm
te asusta la luz del sol
para detectar amor
eres muy puerca
eres muy categorista
eres muy terminator bonita
eres una insurrecta nena
aparta chocho
robas mucho plano bonita
Eres Joan eres Collins
eres la Joan Collins
eres Farrah eres Majors
eres Farrah Fawcett Majors
Madre mía lo que hace el paso del tiempo con alguna gente (con la mayoría excepto con Sofía Loren). La verdad es que la que más me gustó de todas fue "¿Qué me pasa doctor?" en la que Barbra Streisand me hace reír mucho. Es una comedia muy agradable.
ResponderEliminarBuenísimo el repaso a la carrera de esta gran actor, al menos en mi opinión.
ResponderEliminarGenial su aparición en Bones.
Gracias y un saludo.
hola,
ResponderEliminarmuchas gracias, tu blog también ha sido un descubrimiento para mí.
te enlazo.
saludosss
Para mi Barry Lyndon es una obra de arte visual emotiva, una genialidad mas del maestro Kubric, la iluminación empleada me parece un gran atrevimiento. Pero no apta para aquellos que la vean prescindiendo de la visión romántica de otra época y sus valores reaccionarios. Love Story sin embargo me parece contrariamente a lo que muchos piensan una banal muestra de sentimientos mondanos.
ResponderEliminarRyan O'Neal fue un actor muy bueno
ResponderEliminarLove Story es una película muy romántica
Todas las niñas sueñan con esta película fue adornada
pero la vida es demasiado cruel
Ryan O'Neal ha dado vida a una sorpresa desagradable
buen fin de semana
David, eso de "...y otras tonterías por el estilo" me ha llegado al alma. ¿Cuáles serán esas tonterías? me pregunto. Realmente soy un desastre cuidando el acabado de mis escritos, pero... entre las prisas y mi poca pacienda para repasar acabo concluyendo que lo que más importa es el contenido. Y que se nota que soy un descuidado pero no un "analfaveto" ¡A que sí! :(
ResponderEliminarUn abrazo.
Flen, MacNamara era muy ocurrente. Esa letra hoy día no la hubiera hecho, estoy casi seguro. Ah, la "movida"... qué bien se lo pasaban.
ResponderEliminarSaludos.
De Ryan O'Neal esa es la que más me gusta a mí tambien, amigo Dana, si exceptuamos Barry Lyndon, que es otra cosa.
ResponderEliminarSofía Loren se conserva muy bien si por conservarse muy bien es conservarse como momificada hace treinta años. Ahora debería parecer lo que es: una señora de ochenta. Otra cosa me da repelús...
Obiwan, gracias por tu generosidad al valorar el post. Saludos, amigo. Nos leemos...
ResponderEliminarMinerva, pues nada... encantado de conocernos y... ¡a leernos!. Un abrazo cordial.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en todo, JohnnyBGood. Creo que así queda reflejado en mis comentarios.
ResponderEliminarSaludos.
Amiga Deseo, me intrigas un montón. No sé si es que hablas perfectamente el español o que tu traductor es fenomenal. Aunque por tu nombre o pseudónimo algo tendrás que ver con lo español, supongo. Eres un encanto.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
...pues yo no puedo con Love Story, porque no soporto los finales no-felices, menos el de Casablanca.
ResponderEliminarEso sí, me encanta "Qué me pasa, doctor?", es muy divertida...
Yo también meto la pata con la gramática y la ortografía, sobre todo cuando me dá por postear en valenciano, pero es que a veces quieres decir tantas cosas que tus manos no teclean lo bastante rápido!
El tiempo pone a todo el mundo en su sitio..y los guapos no iban a ser menos...pero al menos los actores siguen tal cual si solo les recordamos en sus mejores momentos.
ResponderEliminarBien Barry Lyndon y desde luego divertida ¿ Qué me pasa doctor ?..
Su historia personal tiene claros y oscuros ( de estos parece que más ).
NADIE ES PERFECTO !
Un saludo ;-))
Monique, Casablanca final feliz?, jejej... será por la célebre frase de Bogart al Claude Rains. La pobre Bergman se va más sola que la una, pero él parece que encuentra consuelo...
ResponderEliminarSaludos.
Abril, el timpo pone a cada uno en su sitio, pero a unos más que a otros, no crees...
ResponderEliminar¿Qué me pasa, doctor? es divertidísima. Todos de acuerdo. Barry Lyndon en una pasada estética... y algo más, pese a que no es de lo más valorado de Kubrick.
Y, desde luego, como le decían Daphne (¿o era a Josephine?)al final de Con faldas y a lo loco. "Nadie es perfecto". Pero unos menos (o más) que otros...
Nos leemos...
Jajaja Scotty a mi me parece que el mas desgraciado es Bogart que se queda sin la chica y con el pelma del gendarme. Eso si queda como todo un caballero en el término clásico y romántico de la palabra.
ResponderEliminarnonono, digo que no soporto los finales no-felices, menos el no-feliz de Casablanca...aunque siempre que la veo en el fondo espero que Rick e Ilsa se olviden del mundo en general, de la guerra en particular y se dediquen a vivir su vida, que ya está bien de tanto padecer! :)
ResponderEliminarJohnny, digamos que él se queda con un futuro amigo (?) y ella se va sin nada. Ella se va más triste.
ResponderEliminarMonique, llevas razón. No había cogido lo de "final no-feliz". De todas formas, genial final.
saludos a los dos.
amigo Scotty,
ResponderEliminarSí, debido a mi novio,
Estoy aprendiendo español
poco a poco, pero un poco difícil
sino un lenguaje muy buen español
gracias
Saludos cordiales
Lo haces muy bien, Deseo. Escribes estupendamente.
ResponderEliminarSaludos.
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE:
SCOTTY
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CABALLO, LA CONQUISTA DE AMERICA CRISOL Y EL DE CREPUSCULO.
José
ramón...
ESTOY PREPARANDO PARA POETIZAR LOVE STORY EN LA PROXIMA ENTREGA ESPERO TE
GUSTE SCOTTY RECIBE TOSO MI AFECTO.
Gracias, José Ramón, por tu poema. He pasado por tus blogs y son fantásticos.
ResponderEliminarNos leemos...
Probablemente 'Barry Lyndon' es mi película favorita de Stanley Kubrick. Tuve la oportunidad de ir en Roma a una exposición dedicada a este maestro del cine y me quedé fascinado con la parte en la que explicaban todas las innovaciones técnicas que Kubrick desarrolló para esta cinta.
ResponderEliminarAdemás, aunque haya sido criticada por su ritmo, siempre la he considerado una admirable película de aventuras. Las situaciones en las que se ve inmerso Redmond Barry son dignas de las mejores obras del género.
Un saludo!