"Alguien está haciendo un estropicio con esta bonita porcelana de Sèvres ¿no osparece?"
Me topo en las estanterías de El Corte Inglés con una película, Diez negritos, adaptación de la popular novela de Agatha Christie que me deja boquiabierto al ver quien la firma. Conocía un par de versiones de la novela y sabía de la existencia de otra. En el 62, creo, en el Reino Unido se llevaron a cabo una serie de adaptaciones de esta prolífica escritora, todas ellas dirigidas con notable solvencia por George Pollock y casi todas interpretadas por el personaje de Miss Marple encarnado por la oscarizada ancianita Margaret Rutheford. Hay otra versión de los años setenta dirigida por el británico Peter Collinson en la que intervenía España en régimen de coproducción y en la que tenían papeles los españoles Alberto de Mendoza (de nacionalidad argentina, por si alguien tiene la tentación de corregirme) y la modelo y actriz catalana Teresa Gimpera. Hay otra versión más de los años ochenta, de producción rusa, que no he tenido la oportunidad de ver y de la que se dice que es la más fiel de todas las adaptaciones. Pero a lo que iba…
Portada de una de las centenares de ediciones de la novela.
La sorpresa de estos Diez negritos viene como ya he dicho de la firma del director: nada menos que… ¡René Clair! Alucino y me pregunto qué puede haber visto el director de La puerta de las lilas y de Las maniobras del amor, entre tantas otras películas mayores en un relato de Agatha Christie. Más, cuando él mismo es el productor. Por supuesto que atrapo el dvd y… “¡me la llevo!”, haciendo caso al manoseado slogan de estos grandes almacenes, ya que la curiosidad me puede.Diez negritos tambien ha inspirado videojuegos... al igual que Asesinato en el Orient Express. (Ver el MixPod ahora)
Diez negritos es una película muy agradable de ver pero tan menor como era previsible, naturalmente si la comparamos con la globalidad de la obra del director francés. Que yo recuerde, sólo hay una película de cierta importancia que se haya basado en Ágata Christie y es Testigo de cargo, del gran Billy Wilder. Aun así y siendo una de las películas más populares del director de Perdición, creo que es de las más flojitas de toda su carrera. En Testigo de cargo se encuentra la impronta del lado wilderiano más negro y algo tendrá que ver que esté basada en un relato muy corto, de quince o veinte páginas, que fueron alargadas y recreadas tanto para la película (en un guión del propio Wilder) como para la obra teatral que se había representdo con tanto éxito como el que tuvo su versión al cine.
En el Diez negritos de Peter Collinson colaboraron las cinematografías de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España. Los resultados fueron más que mediocres.
El resto de adaptaciones de la Christie fueron siempre plúmbeos y lujosos desfiles de actores paseando sus vestuarios por los escenarios más lujosos y exóticos posibles: Muerte en el Nilo, El espejo roto, Muerte bajo el sol… De todas las adaptaciones destaca, si acaso por que consiguió algún óscar (uno para Ingrid Bergman como secundaria), la que dirigió Sídney Lumet, Asesinato en el Orient Express. Inciso: Asesinato en el Orient Express y Diez negritos son dos copias descaradas de una misma idea y de una misma resolución… que invierten el mecanismo de la trama. En la primera, diez personajes están atrapados en un lugar del que no puede escapar (el Orient Express a su paso por los inhóspitos Alpes) y donde se lleva a cabo un asesinato, cuya víctima es apuñalada una decena de veces: hay que buscar al culpable de entre los viajeros. En la segunda: diez personajes están atrapado en una remota isla deshabitada y los diez van siendo “diezmados” (perdón por el chiste fácil) uno a uno por un misterioso asesino que se supone es el anfitrión que los ha citado en tan inhóspito lugar. Por supuesto la gran sorpresa final es la marca ineludible de la marca Christie.
Cartel de la versión de George Pollock
Diez negritos, versión René Clair, está realizada en la etapa hollywoodiense del director, en donde realizó cuatro películas. En concreto es la última que rodó allí antes de volver de nuevo a Francia en donde prosiguió una ascendente carrera y donde se afianzó como uno de los directores más representativos de la comedia costumbrista francesa. La despedida americana no fue exactamente apoteósica con este rodaje que parece que fue un juego más que una imposición, al ser él mismo el productor. Sí es verdad que la película tiene la elegancia y el humor característicos (ironía, sarcasmo, paradoja...) que le identifican. Algo infrecuente en una película de crímenes.
René Clair la tituló Y entonces no quedó ninguno. Avieso título para la película que no creo que lograra despistar a ningun espectador.
Diez negritos no puede soslayar su naturaleza teatral al tener que atenerse a un único escenario y René Clair lo asume, aunque descarga esa claustrofobia sacando puntualmente la cámara al exterior y añadiendo algún otro detalle distraído, como el protagonismo de un gato que merodea por la mansión y que puede que sea el único testigo y conocedor del ingenioso asesino.
Como sabe todo el que conozca la novela, ocho personas son invitadas por un personaje que asegura conocerlos (aportándoles algunos datos que lo corrobora) a pasar un fin de semana en una isla en la que solo existe una lujosa mansión habitada con únicamente dos sirvientes. Una vez en ella empieza una serie de asesinatos rituales inspirados en una canción infantil titulada Diez negritos. Cada uno de los personajes irá muriendo asesinado según la cronología de de la cancioncilla. Desde luego un hecho así aterrorizaría al personal más impasible a partir del segundo asesinato, pero los personajes de Clair se lo toman con un parsimonia y una tranquilidad sorprendentes y el tono de comedia aplicado le quita toda la posible tensión de cara al espectador que, antes que nada, si acaso se intriga por quien va a ser el siguiente en desaparecer como si lo que estuviera en juego no fueran las vidas de los personajes, sino la colección de estatuillas (diez negritos de alabastro) que van desapareciendo una tras una con cada asesinato. Al final, y ateniéndose al obligado happy end, no todos acaban fiambres como en la novela y Clair se saca de la manga una resolución diferente. Comedia al fin y al cabo.
Como sabe todo el que conozca la novela, ocho personas son invitadas por un personaje que asegura conocerlos (aportándoles algunos datos que lo corrobora) a pasar un fin de semana en una isla en la que solo existe una lujosa mansión habitada con únicamente dos sirvientes. Una vez en ella empieza una serie de asesinatos rituales inspirados en una canción infantil titulada Diez negritos. Cada uno de los personajes irá muriendo asesinado según la cronología de de la cancioncilla. Desde luego un hecho así aterrorizaría al personal más impasible a partir del segundo asesinato, pero los personajes de Clair se lo toman con un parsimonia y una tranquilidad sorprendentes y el tono de comedia aplicado le quita toda la posible tensión de cara al espectador que, antes que nada, si acaso se intriga por quien va a ser el siguiente en desaparecer como si lo que estuviera en juego no fueran las vidas de los personajes, sino la colección de estatuillas (diez negritos de alabastro) que van desapareciendo una tras una con cada asesinato. Al final, y ateniéndose al obligado happy end, no todos acaban fiambres como en la novela y Clair se saca de la manga una resolución diferente. Comedia al fin y al cabo.
Agatha Christie meditando sádicamente a quen se carga a continuación.
Así las cosas, lo mejor de la función, como no podía ser de otra forma, es el elenco de actores, todos estupendos, entre los que destacan el oscarizado Barry Fitzgerald, el papá de John Huston , Walter Huston (también oscarizado), Judith Anderson ( el ama de llaves de Rebeca) y la presencia de la “exótica” June Duprez de El ladrón de Bagdad. Creo que es muy poca cosa si de René Clair hablamos. Pero como rareza es toda una joyita.
Calificación: **
Letra de la cancioncita infantil de marras
Letra de la cancioncita infantil de marras
Diez negritos se fueron a cenar, uno se ahogó y quedaron: nueve.
Nueve negritos trasnocharon mucho. Uno no se despertó y quedaron: ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon. Uno se escapó y quedaron: siete.
Siete negritos cortaron leña con un hacha. Uno se cortó en dos y quedaron: seis
Seis negritos jugaron con una colmena. A uno de ellos lo pico una abeja y quedaron: cinco
Cinco negritos estudiaron derecho. Uno de ellos se doctoró y quedaron: cuatro
Cuatro negritos se hicieron a la mar. Un arenque rojo se tragó a uno y quedaron: tres
Tres negritos se pasearon por el zoo. Un oso los atacó y quedaron: dos
Dos negritos estaban sentados en el sol. Uno de ellos se quemó y quedó: uno
Un negrito se encontraba solo. Se ahorcó y... ¡no quedó ninguno!"
No he visto la peli. De hecho, no he visto ninguna de las adaptaciones. Pero hace dos días mi hijo tenía deberes.. comentario de esta novelita.. Y se le había pasado.. Ay, ay.
ResponderEliminarLa que sí vi fue la parodia ésa en la que salía Truman Capote. ¿Asesinato a los postres se llamaba?
Un saludo.
Pues, estimado Scotty, este fue el primer libro de Agatha que leí, que era de mi padre y después vinieron muchos más. La película, al igual que David, no la he visto, pero es de agradecer ese repaso (incuído viedojuego) que has hecho.
ResponderEliminarUn saludo
Yo, siempre que pienso en Diez Negritos, pienso en la canción de los Yardbirds. Qué le voy a hacer. Y que conste que la película me gustó bastante. Qué versión? Mmm... era en blanco y negro...
ResponderEliminarHola Scotty. Hacía tiempo que no te escribía en alguna de tus entradas. Siento decirte que nunca me gustó Agatha Christie, por lo tanto, poco puedo decirte de adaptaciones cinematográfas de su obra. Cierto es que el factor sorpresa es algo presente en la resolución de sus novelas, pero como te decía, no va conmigo esta mujer. Siempre me cargó bastante. I'm sorry!!!! snif snif snif.
ResponderEliminarUn abrazo. Nos leemos.
PD. ¿de dónde sacas el tiempo para hacer esos pedazo de post que haces? Es digno de admirar. Felicidades, tío
¡Ni idea de que existía una versión de "Diez negritos" firmada por René Clair!.....Llevas razón de que la únicapeli de doña Agatha con etiqueta negra es "Testigo de Cargo", pero claro el texto original era un cuentito al que Wilder le puso todos los ingredientes. Entre ellos esos grandes actores y regándolo todo con la sabiduría del maestro.
ResponderEliminarEn todo coincido contigo amigo Scotty.
Un abrazote.
La verdad, no conocía esta rareza. Estoy totalmente deacuerdo contigo en "Testigo de cargo". No es lo mejor de Wilder pero la considero una gran película, guardo un gran recuerdo de ella.
ResponderEliminarA mi me gustó tanto como la novela. Justo ahora ando metido además en un guión que recupera este clásico esquema y es imposible hacerlo mejor!
ResponderEliminarYo recuerdo remotamente haber visto
ResponderEliminaruna adaptación de la famosa novela que también lei por primera vez hace..
un millón de años ! Confieso que a mi si me gusta Mrs. Agatha Christie,
sobretodo como lectura de verano.
Testigo de cargo tuvo el mérito de
ser un guión escrito y dirigido por el maestro Billy Wilder ( que queria hacer una peli al estilo de Hitchcock )no fué asi pero interpretada por el estupendo Charles
Laughton y la Dietrich no quedó nada mal.
Desde luego estamos de acuerdo con
lo que nos dices de las diferentes
versiones de las novelas de la Reina del Crimen.
Muy interesante pero¡ me sigue dando un poco de miedo la cancioncita ..
me imagino el soniquete con una voz infantil de esas que estremecen!
Un saludo afectuoso Scotty
¿Diez negritos como tema para un trabajo escolar?. ¡A dónde ha llegado la Christie!.
ResponderEliminarLa película a la que te refieres, David, es Un cadáver a los postres. Es en efecto una parodia de las novelas de crímenes y misterio escrita para el teatro, creo, por el dramaturgo Neil Simon. Se ríe de algunos autores y personajes del género con la vista puesta principalmente en Aghata Christie y en sus personajes de Hécules Poirot y Miss Marple, aunque no únicamente en ellos. La recuerdo como una película muy divertida e inteligente con un reparto acorde en el que, efectivamente, tenía un protagonista insóloto en Truman Capote.
Saludos.
Mi admirado Crowley, la primera novela de la Christie que leí fue El espejo se rajó de parte a parte, que después llevó al cine Guy Hamilton con el título de El espejo roto. Lo recordaré siempre. Tenía trece o catorce años. Después de una noche lluviosa con las calles llenas de charcos, en Castelldefels,camino de la playa, recogí del suelo un librito empapado al que le faltaban las cubiertas y varias hojas del final. Empecé a leerlo mientras tomaba el sol en la arena y me enganchó absolutamente. Tuve que buscarlo después en las librerías para saber el final. A partir de ahí no paré de comprar sus libritos (Biblioteca Oro, ay...!) y me hice tan experto en la mecánica de la escritora que a partir de quinta o sexta entrega me dedicaba a adelanterm al final y rara era la vez que me equivocaba. Agatha Chisstie dejó de interesarme a medida que iba creciendo y conociendo autores más complejos. Sin ir más lejos, Patricia Highsmith le da mil vueltas. La Christie era una experta del entramado mecánico de la intriga pero los personajes eran meros arquetipos. Y como su máxima era que el menos sospechoso acababa siendo el culpable, pues ya está. Ya sabemos quie es. A media novela ya ha dejado las suficientes pistas para que en su alocución final, en la clasica reunión de personajes en la biblioteca de la casa, Poirot o Marple acaben poniendo sobre la mesa las pistas que lo han llevado a la resolución y que ya hemos leído. Creo que devoré casi toda su obra en dos o tres años. Hoy intento releerla y me parece una pérdida de tiempo.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Ah, veo que ya tienes nueva entrega Haneke, pero voy a estar muy ocupado durante unos días y quiero entrar a leerla con tranquilidad.
Nemo Nadir, no conozco esa canción. La película a la que te refieres es la de George Pollock (está puesto el cartel) y es de las tres que conozco, la mejor, con permiso del René Clair.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis, creo que tu comentario lo respondo en parte a lo que le digo a Crowley. Como ves, no estoy muy alejado de tus opiniones.
ResponderEliminar¿Que de de dónde saco tiempo? ¡Eso mismo me digo yo! Creo que el blog me está abduciendo y he acabado desatendiendo otras cosas bastante importantes. No sé hasta cuando podrá ser, pues ya me estoy planteando que hay otras cuestiones que me reclaman prioridad.
Además, el querer abarcar más de lo que se puede da como resultado que me precipito escribiendo y publicando y luego me encuentro, cuando me leo, con dasaguisados de todo tipo en la redacción la grámatica, la ortografía... ¡Qué verguenza!
espero que seais comprensivos...
Un cordial abrazo.
Anro, creo tambien que tú y yo coincidomos en bastantes cosas por lo que veo cuando entro a leer tu blog. ¿Será cosa generacional? Ah... nunca se sabe... ;)
ResponderEliminarNos seguimos leyendo.
Dana Andrews, es que Testigo de cargo lo que hace es recoger el "testigo" de la novelita de Ágata (genial pura mecánica, como siempre) y llena a los personajes de carne y alma. Ah... Carne y alma... los dos ingredientes principales de la obra maestra de Wilder (una más) titulada Perdición. Pero bueno, qué no sabrás tú...
ResponderEliminarNos leeemos.
¡Anda, Pablo! con que eres escritor y guinistA. y dices que es imposible que nadie lo haga mejor. Te reefieres a la Christie o a ti. Entiendo que no crees estar a la altura de ella.
ResponderEliminarMe gustaría leer ese guión cuando lo acabes.
saaludos cordiales.
Hola, Abril... Las novelas de la Christie son ideales para relajarse sin demasiadas complicaciones intelectuales mientras se toma el sol en una cómoda hamaca. Más o menos fue así como la descubrí (te remito a mi respuesta a Crowley)
ResponderEliminarQué observación más acertada haces sobre la cancioncita de marras!. Me imagino a unas niñas todo candor y tirabuzones rubios con vestiditos góticos cantándola con vocecitas inocentes mientras martirizan poco a poco a sus muñecas con las diferentes fases de la canción. Y de fondo, las notas sostenidas de un piano...
La canción de los Yardbirds:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=dyqkeMlcGFE
Nemo Nadir, ya he visto el vídeo de los Yardbirds. No conocía a este grupo. Interesante, pero.. ¡no sé inglés! :( La traducción será más o menos la de la cancioncita.. Saludos.
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