El dinero no tiene miedo
Ver una película como El capital te
devuelve la esperanza perdida en un concepto de hacer cine otrora
vigente y que hoy parece finiquitado. El cine comprometido social y
políticamente reliazado como revulsivo para espectadores adocenados,
que remueve conciencias y hace pensar en la sociedad en la que
vivimos y en los problemas políticos o financieros que nos atenazan
sacudiéndonos y obligándonos a tomar conciencia de este grave
problema de todos.
El capital habla del mundo a de ahora
mismo en el que el sistema político y bancario está llevando al
mundo a un estado de bancarrota ficticio provocado por la voracidad
de unos y otros en una suerte de juego de control mutuo en el que
las fronteras de la rivalidad se diluyen más allá de la lucha de
poder y dominio del sistema financiero.
La ambición por el poder y
el dinero como religión para todos y el modo de amontonarlos la
única meta. El capital social en manos de inmorales que utilizan
nuestros recursos para sus tejemanejes y luchas de poder, donde el
control financiero se nos revela como el gran motor del entramado
social mundial, muy por encima del político, en cuyas manos somos
utilizados como marionetas.
Costa-Gravras a sus 79 años sigue fiel
a un cine político y de denuncia desde una perspectiva claramente de
izquierdas concebido en formato de thriller en el que quizás esta no
sea su mejor y más rotunda contribución si lo comparamos con obras
del calibre de Z, Estado de sitio, Desaparecido, Amén o La caja de
música, pero que aporta la suficiente fuerza y persuasión para que
nos apasionemos con lo que se nos está contando, quizás porque es
lo que todos estamos viviendo ahora en primerísima persona.
La película, en su valoración
estrictamente cinematográfica puede resultar descompensada cuando
aborda la parte meramente personal del protagonista, un banquero de
segunda categoría que se ve aupado al poder absoluto en función de
una estrategia de su empresa bancaria para utilizarlo como
herramienta en oscuras operaciones financieras. Probablemente su
ambición trepadora se tambalee conforme vaya adentrándose en las
oscuras cloacas del sistema y tenga una reacción que nos devuelva
alguna esperanza en la naturaleza humana. Quizás el espectador medio
poco familiarizado con los términos técnicos de las finanzas y de
sus estrategias de expansión se encuentren por momentos perdidos,
pero la película es lo suficientemente didáctica y sencilla en su
exposición que no es difícil entenderla.
Sin ser evidentemente la mejor película
de Costa-Gavras, considero que es muy recomendable verla.
Costa-Gavras es hoy por hoy junto a Ken Loach (Que actualmente tiene
en cartelera La parte de los ángeles) los dos últimos cineastas en
activo con un universo cinematográfico de compromiso político/social
de alcance cuya estela merece la pena seguir para no olvidarse de que
no todo está perdido en la industria del cine y hay autores que
miran más allá de la taquilla o del reconocimiento critico
sistemático.
Claro que los dos son hijos de la
revolución social de los 60, muy diferente de la que hoy día aflora
con aparente furia y resultados inanes (al menos hasta el momento)
que, por mucha indignación y jaleo que provoque acaba siendo como la
gaseosa recién abierta. efervescente sólo por unos instantes antes
de dar paso a la calma del agua mineral embotellada.
Calificación: ***
Scotty,
ResponderEliminartiene una punta estupenda,me interesa muchísimo ese cine social comprometido y también político.
Este momento que vivimos es crucial para que afloren este tipo de películas denuncia donde se deja de manifiesto que somos peones de ajedrez donde la partida se la disputan los grandes capitales.
La busco y en cuanto la vea,te cuento.
Un abrazo!
Sí, querida Troyana. El cine político no tiene demasiado tirón, pero Costa-Gavras es un cineasta que por fortuna sabe captar la atención del gran público revistiendo su cine de una gran calidad comercial. Uno de los autores más interesantes que ha dado el cine que, afortunadamente, todavía nos regala su lucidez y su estilo cada pocos años. Pero ya tiene casi 80... Un abrazo.
ResponderEliminarPor cierto,Scotty,no quería dejar pasar la ocasión para invitarte a que pases por el blog de Zinéfilas donde este finde he dejado publicada una entrada sobre espejos y reflejos en el cine,me gustaría conocer tu opinión,pero sin compromisos,por supuesto,que sé que andas escaso de tiempo.
EliminarOtro abrazo para ti!
Ya vi tu interesante post sobre los espejos en el cine. Ha sido un placer leerte. Un abrazo!
EliminarEnhorabuena por tu reseña,invitas ir a verla ,el tema es interesante.Te agradecemos quw vuelvas a estar con nosotros. Saludos
ResponderEliminarGracias, Anelva, a ver si puedo entrar aquí más a menudo. Un abrazo.
EliminarTambién tengo ganas de ver como Gavras le mete mano al asunto. Estaremos atentos.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Roy no creo que esta película duro mucho en cartel y no creo que se vea en todas las ciudades españolas. Aquí se ha puesto en un solo cine, aunque milagrosamente se mantiene en cartel en su segunda semana. Saludos...
EliminarOtra pequeña joya de Ken Loach, esta 'La parte de los ángeles'. Entrañable, divertida, real, positiva, siempre mirando al futuro con esperanza desde la solidaridad con la clase obrera e intentando obviar maniqueísmos. El protagonista es un héroe, sí, pero también ha sido un demonio. Que no se olvide. Todos tenemos una parte de ambos en nosotros. Un saludo!!!!!
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