20/4/12

Un lugar donde quedarse (próximo estreno en España)


Sean Penn, carne de Oscar


Un lugar donde quedarse es una insólita película protagonizada por Sean Penn que ha sido nominada en Italia a trece premios David de Donatello, los equivalentes italianos a los Goya Españoles.
 
Mejor película

Mejor director - Paolo Sorrentino
Mejor guión
Mejor música original
Mejor maquillaje
Mejor sonido
Mejor vestuario
Mejor montaje
Mejor peluquería
Mejor escenografía
Mejores efectos visuales
Mejor fotografía
Mejor canción original

La película incide en el inagotable tema del Holocausto judío desde un punto de vista diferente y actual. La expectación en Italia ha sido enorme y se espera que su éxito sea a nivel internacional. Esstá producida por Italia, Francia e Irlanda y como vemos su reparto es casi enteramente norteamericano.

Cheyenne es un judío cincuentón, antigua estrella del rock, que sigue la estética gótica y lleva una vida aburrida de prejubilado en Dublín. La muerte de su padre, con el que hacía tiempo que no se trataba, lo lleva de vuelta a Nueva York, donde, a través de la lectura de algunos diarios, reconstruye la vida de su padre en los últimos treinta años, en los que se dedicó a buscar obsesivamente a un criminal nazi que se había refugiado en Estados Unidos.



Con una inexorable lentitud y sin capacitación alguna como investigador, Cheyenne, contra toda lógica, decide continuar la tarea de su padre y emprende la búsqueda del nonagenario alemán a través de Estados Unidos.


Cheyenne    SEAN PENN
Jane    FRANCES Mc DORMAND
Mordecai Midler     JUDD HIRSCH
Mary    EVE HEWSON
Rachel     KERRY CONDON
Robert Plath     HARRY DEAN STANTON
Dorothy Shore     JOYCE VAN PATTEN
Como él mismo     DAVID BYRNE

Su director opina sobre la película:

“En lo que a mí se refiere, cada película debe ser una caza desenfrenada a lo desconocido y al misterio, no tanto para encontrar una respuesta como para seguir manteniendo viva la pregunta.

Durante la preparación de esta película, una de las muchas preguntas que me planteaba constantemente se refería a la vida secreta, misteriosa, que en cualquier rincón del mundo se ven obligados a llevar los criminales nazis, hombres que en la actualidad tienen la apariencia de ancianos inocuos y afables, pero que cometieron el peor de los crímenes: el exterminio de un pueblo.



Para sacar de su madriguera a uno de esos hombres se requería una caza y para que haya una caza hace falta un cazador. Y aquí entra en juego otro elemento de la película: la necesidad instintiva que tengo de insertar en la acción dramática un componente irónico. Para ello, junto a Umberto Contarello, empecé a descartar las hipótesis del cazador "institucional" de nazis y poco a poco llegamos a un personaje completamente opuesto: una antigua estrella del rock lenta y perezosa, lo bastante aburrida y cerrada en su propio mundo autorreferencial como para que sea, aparentemente, la figura más alejada de la insensata búsqueda por todo Estados Unidos de un criminal nazi, que con toda probabilidad ya estará muerto.
El fondo del gran drama del Holocausto y su aproximación a un mundo opuesto, fatuo y mundano por definición, como el de la música pop y de uno de sus representantes, me pareció una combinación lo suficientemente "peligrosa" como para dar vida a una historia interesante. Porque creo que solo en el peligro del fracaso el relato puede vibrar con autenticidad. Espero haber esquivado el fracaso.

Cheyenne

Cheyenne es infantil pero no caprichoso. Al igual que tantos adultos que han permanecido anclados a su infancia, tiene el don de conservar solo los aspectos más limpios, conmovedores y soportables de los niños. Su voluntaria y prematura retirada del escenario le obliga a llevar una vida que no sabe muy bien cómo enfocar y se arrastrando entre el aburrimiento y un ligero estado depresivo. Flota. Y a menudo los hombres que flotan encuentran en la ironía y la ligereza la única posibilidad decente de estar en el mundo.


Esta actitud tiene una correspondencia exacta en la percepción que los demás tienen de él: Cheyennes es reamente un involuntario portador de alegría. Y cuando en la película afirma con ingenuidad que "la vida está llena de cosas bonitas", nos sentimos inclinados a creerle, porque es como si hablara un niño y es tranquilizador pensar que los niños siempre tienen razón.


Un enfoque diferente del Holocausto

No se puede decir que he hecho una película sobre el Holocausto. UN LUGAR DONDE QUEDARSE está ambientada en nuestra época y en ella solo se atisba aquella enorme tragedia como por unas rendijas, a través de tímidas intuiciones o deducciones. Pero lo que sí quería es que el telón de fondo del Holocausto angustiara el hoy del relato de esta película. He intentado hacerlo desde un punto de vista diferente. La película se concentra, sobre todo, si bien con un pudor que dicta mi biografía, sobre otra columna central: la ausencia, que por definición posee siempre una presencia, de la relación entre padre e hijo.


Inconscientemente, seguro que ha habido muchas referencias cinematográficas, pero de forma consciente tengo que decir que mientras hacía UN LUGAR DONDE QUEDARSE pensé a menudo en esa obra maestra de David Lynch que es A straight story. Una historia verdadera (1999).

Un lugar donde quedarse obtuvo en e festival de Cannes el premio del Jurado Ecuménico. Se estrenará en España el próximo día 11 de Mayo.