30/3/11

Lee Remick


La actriz que no quiso ser estrella

Lee Remick pudo llegar a ser una rutilante estrella de Hollywood, pero prefirió seguir el camino, quizás más difícil, de convertirse en una verdadera actriz.

Lee Remick en España: En nuestro país rodó una cosa llamada "Hard contract", junto James Coburn que no llegó a estrenarse aquí. (Arriba, con el Peñón de Gibraltar al fondo).

De ella se quiso hacer la sustituta de Marylin Monroe (otra más), pero su fuerte personalidad se impuso y no se dejó deslumbrar por el estrellato.

Se centró en papeles quizás poco glamourosos pero donde pudo demostrar sus notables cualidades para el drama.

Nacida en el año 1935 en la ciudad de Quinzy (Massachusetts), recibió clases de danza desde muy pequeña y ya en su adolescencia se interesó por la interpretación.



Tras varias representaciones teatrales en las que logró llamar la atención de la crítica local, se trasladó a Los Ángeles donde fue admitida en el Actor's Studio formándose bajo la supervisión de Lee Strasberg.


Su debut en Un rostros en la multitud (1957) bajo la dirección de Elia Kazan, fue un bombazo.

En esa película era una manipuladora majorette que trastoca la vida de las personas de su entorno movida por inconfesables ambiciones.


Según contaba, para preparse el papel se pasaba horas y horas en el jardín de la casa de sus padres practicando con el bastón y, desde luego, en la película destacó desfilando ante el conjunto de las verdaderas majjorettes que le hicieron el coro.



Su siguiente película fue El largo y cálido verano (1958) de Martin Ritt, en la compartió cartel con Paul Newman y Joaanne Woodward. En esta película Newman y Woodward se conocieron, iniciando una relación que duró de por vida.


En El largo y cálido verano hacía un papel diametralmente opuesto al de su debut ya que era una respetable ama de casa sureña que, no obstante despliega un erotismo felino y una gran astucia para crear tensiones eróticas en su entorno masculino.

Este papel le abriría las puertas para el seductor personaje de su siguiente trabajo, Anatomía de un asesinato, (1959) la gran película de Otto Preminger.


En Anatomía de un asesinato es la sensual y provocativa esposa de un militar que dice haber sido violada por un tabernero. Es una de las mejores películas “de juicios” jamás filmadas y cuenta con uno de los trabajos mas portentosos de James Sewart.


Ese mismo año rodó Duelo en el barro, de Henry Hattaway, junto a Don Murray y Richard Egan. Era un western crepuscular y shakespeariano que hoy está considerado una película de culto.


Lee remick era más bien bajita y no se puede decir que fuera exactamente guapa, pero poseía unos bellos ojos azules de mirada penetrante que insuflaba un erotismo dulce o agresivo, según conviniera al personaje.

En su siguiente trabajo, Río Salvaje (1961), de Elia Kazan, es una campesina que tiene que luchar contra los elementos y contra las autoridades del lugar por la conservación de su tierras, amenazas por la construcción de una presa. Su compañero de reparto fue nada menos que Montgomery Cliff.

A continuación rueda con el británico Tony Richarson Réquiem por una mujer (1961), una película que pasó sin pena ni gloria basada en William Faulkner. En ella es una rica heredera que, contra todo pronóstico, defiende a su sirvienta negra, acusada de haber asesinado a su propio hijo.

En su siguiente trabajo, Chantaje contra una mujer (1962) es la empleada de un banco que es sometida a un acoso implacable por un misterioso personaje que le hace chantaje, a costa de su hermana menor, con la intención de que se haga cómplice del atraco a la entidad en la que trabaja.

La película es un sensacional thriller rodado por un imprevisto Blake Edwards, hasta entonces especialista en comedias,, que realiza aquí todo un ejercicio de estilo creando un insoportable suspense, demostrando su capacidad para todo tipo de géneros.

Inmediatamente después rueda su trabajo más reconocido y por el que consiguió una nominación al Oscar, Días de vino y rosas (1962) dirigida de nuevo por Blake Edwards, esta vez abordando el género dramático con tanta solvencia como la demostrada para el suspense en en su película anterior..

En Días de vino y rosas Lee Remick una típica ama de casa que es arrastrada al alcoholismo por su propio marido, Jack Lemmon. Los dos consiguieron sendas nominaciones al Oscar.

La película fue considerada una de las diez mejores de la década al igual que la actuación de sus dos intérpretes. Con esta película también consiguió el premio a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián de ese año.


Sin embargo su carrera no siguió esa posición ascendente y éste puede ser considerado el zénit de la misma. Tuvo que esperar hasta 1968 para conseguir un papel a la altura de sus cualidades, en el que es una esposa ninfómana en El detective.


El detective es un gran film policiaco dirigido Gordon Douglas y el detective era nada menos que Frank Sinatra en una de sus mejores actuaciones como actor.

Su carrera no remontaría, aunque tuvo un relativo resurgir cuando hizo de la madre del mismísimo Lucifer en una película fundamental sobre el personaje, La profecía.

Sus siguientes trabajos son ya de una mediocridad que no merecen ser reseñados. Si acaso citar Los europeos (1979) de James Ivory, sobre la famosa novela corta de Henry James.

Murió en 1991 en Los Ángeles, donde residía, víctima de un cáncer, después de haber desarrollado en la última etapa de su vida una larga y fructífera carrera en la televisión, medio en el que había hecho sus pinitos antes de debutar en el cine.

28/3/11

La senda (Rodajes en Ciudad de la Luz)


Desde la semana pasada, los estudios alicantinos Ciudad de la Luz albergan el rodaje de los interiores de la película La senda, una producción de altos vuelos que pretende convertirse en uno de los éxitos españoles más internacionales de la próxima temporada. Se trata de un guión de Juan Carlos Fresnadillo y Miguel Ángel Toledo (quien asume también la dirección) en lo que será su primer trabajo en el largometraje.


En la rueda de prensa concedida a los medios el pasado día 23, estuvieron presentes Miguel Ángel Toledo con los protagonistas, Irene Visedo, Gustavo Salmerón, Ariel Castro, Juan Prades y el niño Ricardo Trenor, acompañados de los productores. El acto contó con la presencia de la directora del complejo cinematográfico, Elsa Martínez.


Gustavo Salmerón e Irene Visedo (Foto: Scotty)

Por palabras de su director, La senda es una película de “terror psicológico”, género que cuenta con notables referentes en la cinematografía española.



El debutante Ricardo Trenor (Foto: Scotty)

Según Miguel Ángel Toledo “La senda es una película donde gran parte de la tensión descansará en el uso creativo del sonido y del ritmo de la puesta en escena, marcado por los silencios. Aunque es una historia de terror su inspiración es el cine de Bergman, sobre todo en los aspectos más esenciales, los que se refieren a la muerte y a la metafísica del alma. Las escenas finales, en el guión, aparecen descritas con mucha crudeza, aunque se les dará un tratamiento sutil evitando el efecto “gore”, que no se persigue. No es una historia sangrienta, sino de misterio e intriga, que pretende cautivar”.


Gustavo Salmerón, Irene Visedo, Elsa Martínez, Ariel castro, Ricardo Trenor y Miguel Ángel Toledo (Foto: Scotty)

La película cuenta la historia de un hombre, Raúl, que en un intento desesperado por recuperar a su esposa, celebra las Navidades en una aislada cabaña de las montañas, junto al hijo de ambos, Nico. La noche de Navidad (aparentemente feliz) da un giro inesperado e infernal a sus vidas. Las idílicas vacaciones se convertirán para Raúl en un viaje cíclico que lo llevará a recorrer la siniestra senda de sus recuerdos y a enfrentarse a la realidad de sus propios actos.



Foto: Scotty

Por el argumento y el tratamiento estético y visual, además de por los escenarios en que transcurre, La senda me recuerda poderosamente la película de Kubrick El resplandor y, francamente me da muy buena pinta una vez visto el vídeo promocional proporcionado a la prensa. Creo sinceramente que La senda puede ser una de las películas estrella de la próxima temporada.

25/3/11

Bésame, tonto (Pedazo de Cartel XXII)

Litografía de Paul Raynald
Pedazo de Cartel


¿Al cartel de qué pelicula pertenece este "pedazo de cartel"?


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Pista UNO: ¡Vaya putada!. Me he quedado tirado en el fin del mundo.

Pista DOS: No pienso “cantar” por mucho que me presionen.


Pista TRES: A este par de pardillos les va a salir el tiro por la culata: me quedo con el original y con la copia.


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Enhorabuena a: Jesús del Val, David, Cine Club Hexágono-Nájera, Athena, Ricard, Bruno, Butterfly, Marguis, Anelva, Lughnasad, Cinexim, Anro, Robin.


para ver el vídeo, parar el MixPod.

23/3/11

Elizabeth Taylor

La gata sobre el tejado de Hollywood

Con la muerte de Liz Taylor desparece el último gran mito de los años dorados de Hollywood y una de las actrices más hermosas de todos los tiempos

Nacida el 27 e Febrero de 1932 en Londres, cuando cumplió los nueve años su familia se trasladó a Los Ángeles huyendo de la recién estallada Segunda Guerra Mundial.

Ya en Lo Ángeles se presentó a un casting infantil de la Metro, que por esos años puso de moda las películas con niños más o menos precoces en aventuras más o menos emotivas.

Una vez en nómina, en 1942 interviene en There's One Born Every Minute, de Harold Young, una película que no llegó a estrenarse en España, pero donde llama la atención. Inmediatamente le escriben un vehículo a su medida en La cadena invisible (1943).

En ella hacia “pareja” con otro niño de la productora, Roddy McDowall, aunque la estrella de la película en realidad era un perro, Lassie, que comenzó aquí una gloriosa carrera como “actor” de diferentes películas.
Ese año rueda también Fuego de juventud. En ella hacía de una jovencita enamorada de los caballos, que consigue ganar el Grand National. Esta película fue un gran éxito de taquilla y la lanzó al estrellato.

Tras rodar Mujercitas (1949) deja atrás su etapa de niña y ya es toda una señorita casadera en la exitosa El padre de la novia (1950), película que le sirve de tránsito para pasar a hacer papeles de mujer hecha y derecha en la sensacional Un lugar en el sol (1951) de Goerge Stevens.

En realidad Un lugar en el sol es el inicio de una de las carreras más rutilantes del cine. La película sienta las bases de su belleza y del tipo de personajes que la hará célebre.

Tras alguna película “de época” como Ivanhoe y El árbol de la vida, o el fresco generacional Gigante, en 1958 llega la que será la película que la consolida como la gran estrella de los años cincuenta.

Es en La gata sobre el tejado de zinc, donde luce una belleza en su máximo esplendor y despliega sus grande dotes dramáticas.

Esta interpretación le supuso su primera nominación al Oscar e hizo célebre su insinuante figura.

Bajita pero exuberante, con unos seductores ojos color violeta y una deliciosa nariz respingona, en La gata sobre el tejado de zinc arrasó con su generosa exhibición anatómica embutida en sugerentes deshabillés.

Un look que repetiría en sus dos películas siguientes, De repente el último verano (1959) y en La mujer marcada (1960).

La mujer marcada supuso el zenit de su generosa exhibición física y es posiblemente la película en donde estuvo más hermosa. El papel le reportó además el primer Oscar de su carrera.

En 1963 rueda la que será la cima de su carrera, Cleopatra. A partir de esta película sus personajes se apoyan cada vez menos en su físico, lo que le supone poder centrase en trabajos donde prima más la calidad artística que la exhibición de su anatomía.

El 1965 rueda Castillos en la arena, de Vicente Minnelli, con su ya marido Richard Burton. Y en 1966 vuelven a trabajar juntos en ¿Quién teme a Virginia Wolf?, de Mike Nichols, con la que obtendrá su segundo Ocar.

Un año después, 1967, vuelve a trabajar junto a Burton en La mujer indomable. A partir de ahí su carrera va perdiendo fuerza mientras el mito va creciendo.

No importa si sus películas son mediocres o si sus belleza ya no da la talla de años anteriores. El mito se impone y de lo que se trata es de ir a ver una película “de Liz Taylor”.

Para no ser exhaustivos, diremos que su última intervención el la gran pantalla data de 1994 en la película Los picapiedra. No es un digno final para una carrera tan rutilante hacer de la suegra de Pedro Picapiedra, pero ella estaba por encima del bien y del mal.

Mito incuestionable, musa de la comunidad gay internacional, siempre se pronunció por la causa homosexual. No en vano sus grandes amigos fueron actores como Rock Hudson, Monty Cliff, Sal Mineo o Michael Jackson, aunque este último nunca reconoció ese tipo de "acusaciones".

Además de los dos Oscar que lucía en su chimenea, logró sendas nominaciones por El árbol de la vida, La gata sobre el tejado de zinc, y De repente, el último verano.

El 27 de Febrero cumplió 79 años. Descanse en paz uno de los mitos más indelebles de toda la historia del cine.
En El Blog de Scotty hay más infornación sobre Liz Taylor pinchando este enlace: La mujer marcada/Una mujer marcada.