10/7/11

En las puertas de Babilonia

La triste noticia de la muerte de ANRO me llega tarde, cuando ya casi todo el entorno bloguero que lo seguíamos lamenta su Ausencia. Su ausencia era frecuente, nada nueva, pues ANRO era proclive a los viajes, tal como nos anunciaba intermitentemente desde cualquiera de sus blogs. Disfruta de tus vacaciones, pero vuelve pronto, solíamos decirle. Lo siento amigos, pero me tengo que marchar”, nos advirtió desde su blog, Las puertas de Babilonia, antes de partir parar Alemania en compañía de su querida compañera, Lola, en el premonitorio y fatídico titular de su última entrada. Nadie podía sospechar que esta vez se iba para siempre, y ya sin posibilidad de retorno.

Me entero de que ya no va a volver desde mi eventual retiro vacacional, donde no dispongo de conexión a internet. Sábado, nueve de Julio, más o menos doce de la mañana. Voy conduciendo camino de la playa y me suena el móvil. Leo en la pantalla, “David” y me alegro. Paro en el arcén, descuelgo, y tras los saludos y parabienes de rigor David me da la noticia. Cuando colgamos no me siento con ganas de continuar hacia la playa y me doy la vuelta. Hoy será un día de luto, me digo, un día de recuerdo a ese gran persona que intuía que era mi paisano ANRO. Si: ANRO era de Jaén, como yo, aunque ambos dejamos la ciudad del Santo Reino, la tierra del ronquío, la de los verdes mares de olivos, cuando todavía éramos muy jóvenes.

Pero es seguro que fue allí donde germinó nuestra común afición por el cine viendo películas y más películas. Poco más podía hacerse, al menos en mi pueblo. ANRO quizás tuvo más suerte (más posibilidades) por vivir en la capital. A ella me llevaban mis padres en contadas ocasiones (visitar al médico, comprar ropa o calzado, pasear por el recinto ferial en las fiestas de San Lucas…) lo que yo aprovechaba para hacer acopio de revistas como Fotogramas, Cine en Siete Días, Crítica… Es muy posible que alguna vez nos cruzáramos por alguna esquina, que coincidiéramos en algún cine. Puede que compartiéramos sesión en alguna de las proyecciones de las salas Darymelia, Assuan, Cervantes, Alkázar… Templos que nos abrieron los ojos a otros mundos que nos arrancaban, al menos durante unas horas, de la monotonía del ambiente provinciano de aquellos años.

¡Cuánto me hubiera gustado haberlo conocido entonces! Aunque nunca es tarde, según reza el refrán. Pero ANRO ya no volverá. Quiero creer que es probable que existan otras vidas, que haya otros mundos y que no sólo estén en éste. Es posible que Paul Éluard no tuviera razón y, quizás, algún día nos encontremos. Es factible que La Vida sea tan fantástica y hermosa como lo es El Cine y vivir otras epopeyas sea posible. Puede que alguna vez compensemos esas probables ausencias compartidas en las puertas del Darymelia, del Assuan, del Alkázar… y nos reconozcamos algún día, ¿por qué no?, en las mismísimas puertas de Babilonia.

9 comentarios:

  1. Seguro que coincidisteis más de una vez. Pudo ser probable. Casi diría que bonita entrada y homenaje si no fuera porque el motivo de ella tiene poco de bonito. En fin...

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  2. Lo siento mucho Scotty, poco más se puede añadir a lo dicho por ti, ya sabes cómo va esto.

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  3. Nada más abrir el Blog ,empiezo a leer y sin comocer a ANRO,me he emocionado pues todos a traves de este Blog formamos como una familia.
    De verdad que lo siento.
    Además el recuerdo que has hecho de vuestra juventud es precioso.

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  4. Hermoso homenaje tras esta pérdida,qué curioso,los lazos que se crean en el mundo virtual,y qué curioso también que fuera aquí en la globosfera y no antes en vuestra ciudad de origen natal,donde os hubieseis podido conocer.
    Un abrazo Scotty

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  5. Como David, diría que tu entrada es verdaderamente preciosa y emotiva, de no ser por el triste suceso que la motiva. Lamentablemente no pude conocerlo en persona pero, como he dicho ya en otros espacios, el cariño que transmitía a través de sus comentarios nos hacían sentirlo así. Un fuerte abrazo Scotty.

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  6. Precioso homenaje, Scotty. Desde aquí os mando a todos los buenos amigos de Anro un fuerte abrazo y mucho ánimo.

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  7. Me quedo de piedra con esto. Ni siquiera sé que decir...

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  8. Vaya de piedra me he quedado, el amigo ANRO comentaba ocasionalmente en mi blog, DEP

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  9. Pues sí, amigos: lamentable pérdida. Dejemos a Anro que pulule por nuestros recuerdos como alguien a quien, al no conocerlo personalmente, apreciábamos mucho más de lo que creíamos debido a esa distancia. Dejémosle transitar por entre las líneas escritas de nuestros blogs como si todavía los siguiera leyendo (¿quién sabe?) y recordémosle durante mucho tiempo. Con todo el repeto que nos inspiraba como persona y como escritor.

    Anro, te queremos y sigues con todos nosotros.

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