26/8/13

Julie Harris


Mucho más que la chica de “Al este del Edén”.

Ayer nos dejó Julie Harris. Todos dicen en sus necrológicas y panegíricos que se fue una de las grandes damas del teatro americano y... “la chica que acompañó a James Dean en la película Al este del Edén. Gran verdad, pero en lo que a lo segundo se refiere, una información demasiado roma. Ateniéndonos exclusivamente al apartado cine, que es el tema de lo que va El Blog de Scotty, podemos sacar mucho más jugo, más razones, para llorar la muerte de Julie Harris.


Julie Harris (es su verdadero nombre) nació el 2 de diciembre de 1925 en Gosse Pointe, en el Estado de Michigan, aunque muy joven se trasladó a Los Ángeles con su familia  en busca de su sueño de llegar ser una gran actriz. De físico demasiado corriente y sin atractivos  resaltables, tuvo que luchar a contracorriente y obviar las trabas que ello le suponía a una jovencita en Hollywood para lograr papeles interesantes en una industria -y en unos años- en que era fundamental para una chica tener atractivo para las cámaras.


Hizo muy bien en no abandonar, mirar para otro lado,  y poner sus ojos en las tablas de Broadway donde la fotogenia era cualidad que iba en segundo término al de actriz. Se preparó a fondo dando clases con Elia Kazan en el Actor's Studio donde coincidió con los que después serían grandes mitos. Ello le supuso trabajar en la película por las que todos la recuerdan Al este del edén (Elia Kazan, 1955).


Pero no olvidemos que su debut se produjo en The member of the wedding (Fred Zinnemann, 1952), que adaptaba una obra que ella misma  estaba representando en Broadway; aquí también debutaba en la pantalla un niño que después se haría célebre con Raíces profundas: Brandon de Wilde. Ella, Julie, fue  nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria por este papel de  un chico acomplejado que asiste a la boda de su hermano con una atractiva mujer que la desplaza de sus atenciones para con él.


Tres años después ya está preparada para dar la réplica en el debut de un muchacho del que la industria lo esperaba todo y dio mucho más: James Dean. Ser su pareja en Al este del edén la marcó para siempre. Su físico, representativo de la americanita media de la época, y el que Kazan la conociera muy bien, fue determinante para su elección. Parecía que el cine iba a abrirle sus puertas a lo grande... pero no fue demasiado lejos como estrella.


 Ese mismo año (1953) tiene otra gran oportunidad: protagoniza Soy una cámara (Henry Cornelius) en el papel que después daría la gloria a Liza Minnelli (Sally Bowles) en una nueva versión que de esta historia, en clave musical, dirigiría   Bob Fosse en 1972: Cabaret. Después de Soy una cámara su carrera en el cine fue a menos, acabando como ilustre secundaria en la mayoría de las películas en las que intervino.


Ateniéndonos a las  que de ella pudimos ver en España, recordaremos: El poder y la gloria (Mark Daniels, 1961), Réquiem por un campeón (Ralp Nelson 1962) con Anthony Quinn, Harper, investigador privado (Jack Smight, 1963), Ya eres un gran chico (Francis Ford Coppola, 1966) en donde coincidió con Karen Black a la que hemos recordado en la entrada anterior; Reflejos en un ojo dorado (John Huston, 1967) junto a Liz Taylor, Monty Clifft y Marlon Brando; Tarzán en Nairobi (Álex Nicol, 1968) película realizada en España con capital español, El reparto (Gordon Fleming, 1968) junto a Jim Brown, Juventud pervertida (David Greene, 1970) junto a Eli Wallach, El viaje de los malditos (Stuart Rosemberg, 1976) con un larguísimo reparto de grandes estrellas, costumbre de moda en esos años; Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988) junto a Sigourney Weaver, Esposa por sorpresa (Frank Oz, 1992) con Goldie Hawn y Steve Martin, La mitad oscura (George A. Romero, 1993)...


La televisión, por supuesto, también le dio trabajo en varias tv movies (en 1963 interpretó a la Eliza Doolitle de Pigmalión) y en infinidad “apariciones especiales” en episodios de diferentes series: Colombo, Centro Médico, El virginiano, Audacia es el juego... Pero su fuerte, donde brilló como la gran estrella, la gran dama de la interpretación, fue el teatro.


El nombre de Julie Harris, más allá de Al este del Edén,  quedará escrito para siempre en el libro de los grandes intérpretes  teatrales que lo fueron a lo largo de la Historia.

11/8/13

Karen Black


La bizca que trabajó con Hitchcock

El reciente fallecimiento de Karen Black (09/08/13) propicia que le dediquemos la oportuna semblanza en nuestro apartado dedicado a los actores y actrices que marcaron nuestro recuerdo. Karen Black se merece desde luego ser recordada, homenajeada y valorada como una de as actrices más interesantes de las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.


 Intervino en un buen ramillete de películas imprescindibles que marcaron su atractiva impronta, mezcla de talento y sensualidad. Su mirada un tanto estrábica la recordamos como señal de la casa y uno de sus atractivos más evidentes.

Karen Black nació en un pueblo de Illinois en Julio de 1939. Se formó en la academia de actores de Lee Straberg debutando en el cine nada menos que con Francis Ford Coppola en Ya eres un gran chico (1966) En 1970 es nominada al Oscar secundario por su interpretación en la opera prima de Peter Fonda Buscando mi destino, año en el que también interviene en la emblemática primera pelicula de Bob Raffelson Mi vida es mi vida.


Su carrera va viento en popa y aunque nunca es considerada una estrella sí que es valorada como una garantía para defender papeles en películas de cierto empaque como la versión que en 1974 realizó Jack Clayton de El gran Gastby, película en la que todos sus intervinientes (Redford, Farrow, Lois Chiles, Bruce Dern...) pusieron grandes esperanzas y que resultó ser un fracaso de público (y más de crítica) pese a ser premiada con dos Oscar irrelevantes al mejor vestuario y a la mejor músíca. Ella fue nominada a un Globo de Oro por su papel.

Ese mismo año (74) interviene una de las secuelas de la saga Aeropuerto (Aeropuerto 75) haciendo de eficaz azafata que sabe cómo actuar ante el desastre de un vuelo accidentado. En el 75 interviene también en la que parece que por fin va a afianzar a la gran estrella que lleva dentro, Como plaga de langosta (John Schlesinger) y que, de nuevo es un fracaso de público y la deja a las puertas.


Por fin le llega la oportunidad definitiva al ser elegida por Alfred Hitchcock para la que sería su última película, La trama. Lamentablemente y pese a ser un dignísimo broche de oro para la carrera del mago del suspense, pasa por las taquillas sin pena ni gloria y ella se queda de nuevo entre Pinto y Valdemoro a la espera de su gran oportunidad.

Ya no llegaría. Cierto que el trabajo nunca le faltó pero sus películas oscilaron entre la ser B y la serie Z, de las que la gran mayoría ni siquiera se vieron en España. Tuvimos el placer de recuperarla en una insólita propuesta gore que tuvo a bien regalarnos el cantante de heavy metal Rob Zombie, La casa de los mil cadáveres. 

Rob Zombie  debutaba  aquí como director de cine de terror con un acierto que después no ratificó en películas de serie Z que desmerecieron la altura de las expectativas creadas en su debut. Ella daba miedo como la terrorífica matriarca de una familia de tarados al estilo de La matanza de Texas.


Karen Black, a pesar de que trabajaba intermitentemente, vivía al día (o ni siquiera eso) ya que alguna vez se publicó que la actriz recurría a sus fans para que le ingresaran donativos en un determinada cuenta bancaria y así poder sobrevivir. Se casó cuatro veces y tenía varios hijos entre propios y adoptados.


Algunas de las película no citadas que vimos en España: Antes amar, después matar (1969), El gran duelo (1970), Cisco Pike (1972), El rastro (1973) Mujeres treintañeras (1977), Coco Chanel (1981), El juego de Hollywood (no acreditada, 1992), Máscara (1999).