25/5/11

La prima cosa bella

Próximos estrenos en España: La prima cosa bella

LA PRIMA COSA BELLA, la película que representó a Italia en la pasada edición de los premios Oscar, se estrena el día 10 de junio en las pantallas españolas

Dirigida por Paolo Virzì
Protagonizada por Valerio Mastrandea, Micaela Ramazzotti y Stefania Sandrelli

· Seleccionada para representar a Italia en los Oscar® 2011 como mejor película en lengua no inglesa.

· Nominada a Mejor Director. Premios de Cine Europeo 2010

· Mejor actriz, mejor director y mejor guión. Premios David di Donatello 2010


SINOPSIS

Bruno Michelucci, profesor de literatura en una escuela de hostelería de Milán, sobrevive a los recuerdos de una infancia de novela y a la belleza embarazosa de una madre vital y extravertida. Todo empezó en el verano de 1971, cuando, en la tradicional elección de la Miss del establecimento playero más popular de Livorno, Anna, su madre, fue coronada inesperadamente como la "mamá más bella del verano". A partir de entonces, llegan los problemas a la familia Michelucci, y vivir se convertirá en toda una aventura que va superando a Bruno hasta llegar a nuestros días, cuando Valeria, su hermana, decide reconciliar a Bruno con su pasado y con su madre.


Paolo Virzì (productor, director y coguionista) se hizo un lugar en el cine gracias a su primera película, La bella vita, por la que obtuvo un premio David di Donatello y el Nastro d'Argento a la Mejor Primera Película.

A continuación escribió y dirigió otras ocho, entre las que figuran Ferie d'agosto, Ovosodo (Gran Premio del Jurado en Venecia), Baci e abbracci, My Name is Tanino, Caterina va in città y Napoléon (et moi), con Daniel Auteuil y Monica Bellucci. Su penúltimo título, Tutta la vita davanti, recibió dos Nastri d'Argento (a la Mejor Película y al Mejor Papel Secundario para Sabrina Ferilli).

FILMOGRAFÍA de Paolo Virzi

1994 La bella vita

1996 Ferie d'Agosto

1997 Ovosodo

1999 Baci e abbracci

Provino d'ammissione

2002 My Name is Tanino

2003 Caterina va in città (Caterina se va a Roma)

2006 Napoléon (et moi) (Napoleón y yo)

2008 Tutta la vita davanti

2009 L'uomo che aveva picchiato la testa

2010 LA PRIMA COSA BELLA

Notas del director

“Para mí fue una experiencia emocionante hacer LA PRIMA COSA BELLA en la ciudad de la que he estado intentando escapar durante un cuarto de siglo. Aparentemente, yo no podía alejarme por completo. Livorno es como mi escenario personal, un poco como Newark para Philip Roth, Boulder para John Fante o el Rione Sanità [uno de los barrios más populares de Nápoles] para Mario Merola. Es una ciudad en la que gente común y corriente vive historias extraordinarias, que a mí me emociona contar y filmar.

Quizá sea porque estamos pasando momentos duros, en los que nuestra sociedad se ha llenado de desconfianza y resentimiento, o porque mi película anterior, Tutta la vita davanti, me ha planteado problemas contemporáneos perturbadores, en esta ocasión he preferido envolverme en el calor de esta historia, que habla de personajes que aprendemos a amar: el círculo de la vida con sus misterios duros pero felices, en una familia cualquiera.

En la película hay un deseo de firmar la paz con la vida, y de eso nos hemos ido dando cuenta a medida que íbamos haciendo la película, casi al verla terminada. Queríamos contar una cosa que quisiéramos mucho, pero no se puede hablar de autobiografía: ni yo soy Bruno, ni Anna es mi madre. Se trata de una historia que se cruza con la vida, que se mezcla con ella.

No quería hacer una película nostálgica, lo que más me importaba era sacar conclusiones en la actualidad, tanto es así que no se narra el pasado de forma elegíaca, hay violencia, pero la belleza y el encanto están en la mirada de la protagonista, una madre inconsciente pero fuerte, que se ha enfrentado al destino con confianza y unida a sus hijos por mucho amor, incluso demasiado. En momentos de desconfianza como éste, para mí era importante mirar las cosas con otra mirada, más libre y valiente. Y, por una vez, sin ninguna mirada a nuestra sociedad, sólo vibrantes pedazos de mi corazón”.

FICHA ARTÍSTICA

Bruno Michelucci (adulto) VALERIO MASTRANDREA

Anna

Nigiotti de Michelucci (joven) MICAELA RAMAZZOTTI

Anna Nigiotti de Michelucci (mayor) STEFANIA SANDRELLI

Valeria Michelucci (adulta) CLAUDIA PANDOLFI

Nesi MARCO MESSERI

Sandra FABRIZIA SACCHI

Valeria Michelucci (niña) AURORA FRASCA

Bruno Michelucci (niño) GIACOMO BIBBIANI

Valeria Michelucci (joven) GIULIA BURGALASSI

Bruno Michelucci (joven) FRANCESCO RAPALINO

Mario Michelucci SERGIO ALBELLI

Leda Nigiotti ISABELLA CECCHI

Lenzi EMANUELE BARRESI

Abogado Cenerini DARIO BALLANTINI

Cristiano Cenerini PAOLO RUFFINI

FICHA TÉCNICA

Director PAOLO VIRZÌ

Guión FRANCESCO BRUNI

FRANCESCO PICCOLO

La prima cosa bella ha conseguido tres Premios David Di Donatello: Mejor Actriz, Mejor Actor y Mejor Guión.

Ver cine europeo se está convirtiendo en una rareza y por tanto en un acontecimiento. Más si es cine italiano. Curiosamente la cinematografía del Viejo Continente que más se prodigó en las décadas anteriores a los ochenta, cuando el cine americano acabó colonizando definitivamente Europa.

20/5/11

Blade Runner (Pedazo de Cartel XXX)

Edificio en el que se rodó Blade Runner


¿Al cartel de qué película pertenece este "pedazo de cartel?"



Pista UNO: Qué diseñador tan excepcional. Este modelo es una verdadera obra de arte.


Pista DOS: Esto es pura chatarra. Y le caducó el permiso de circulación.


Pista TRES: Ya no sirves para nada... ¡Y a mí no se me replica!.
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Enhorabuena a: David, Cinexim, David Amorós, Javi, Lughnasad, Tarquin Winot, Athena, Crowley, Luis Cifer, Ricard, Cine Club Hexágono-Nájera, Mr. Lombreeze, Pepe Cahiers, Alan Smithee, BCNdays, Agrimensor J, Anelva.



Para ver el vídeo parar el MixPod.


17/5/11

Medianoche en París

La ciudad de los prodigios

Medianoche en París no es sino una nueva perla añadida a ese rosario de maravillas que Woody Allen engarza sin pausa al rimo de una cada año. Instalado en una madurez intelectual y creativa donde ya no tienen cabida el apasionamiento de sus ácidas y sarcásticas disquisiciones sobre la naturaleza humana, tan presentes en la primera etapa de su filmografía, sus últimas películas son exquisitos entremeses, exentos de provocación pero plenos de sutileza, en los que observa desde la templanza de la madurez las contradicciones, las neurosis, los egoísmos y miedos típicos de los hombres y mujeres del nuevo milenio.

Puede que sus personajes pertenezcan a estratos sociales minoritarios y que el común de los espectadores no se sientan reflejados en ese mundo tan particular en que Allen los mueve, pero la condición humana es la misma en todas las clases y en todas las culturas, aunque él siempre hable de cosas vividas y ambientes que conoce perfectamente. Pero entender sus películas y disfrutarlas está al alcance de todos, si ponemos en alerta nuestra sensibilidad. Medianoche en París es otra delicia “made in Woody Allen” para el disfrute de paladares exquisitos, que se saborea con placer de principio a fin. Alta cocina cinematográfica.

Medianoche en París en una fábula, un cuento para adultos en el que el “Erase una vez…” nos adentra en las aventuras de un escritor frustrado, no sólo en su incapacidad para crear, sino también en sus relaciones de pareja. Un hombre desubicado de su entorno y en el tiempo, lleno de inseguridades, que acaba evadiéndose de una realidad frustrante desatando su imaginación -exactamente igual que Alicia o Cenicienta-, para adentrarse en mundos ficticios, en su particular “país de las maravillas”, adecuándolos emocionalmente a sus necesidades de supervivencia.

Gil es un escritor norteamericano que no logra publicar su primer libro ni puede aguantar más la mediocridad reinante en su vida, presto a estallar en cualquier momento. El detonante que le incita a desatar esas ansias de ruptura que le agobian es un París (al que ha acudido con su esposa a visitar a sus suegros) retratado acorde con su mundo de ensueños y fantasías. Un París convertido en el personaje más importante de la película, más que el propio protagonista, quien, absolutamente abrumado por el embrujo de “la ciudad de la luz”, ya no puede resistirse a adentrarse por la madriguera de sus fantasías, en caída libre hacia un mundo más reconfortante (igual que hace Alicia) que lo transporta al lugar y al tiempo en el que le hubiera gustado vivir.

Gil no puede resistirse a subir a una "carroza" (un coche años veinte) que en una mágica noche parisina le invita a dar un paseo por la ciudad. Cada jornada lo vuelve a recoger al sonar las doce campanadas de la medianoche. Este trasunto de “ cuento de hadas” lo transporta cada jornada al París de la bohemia, al de los años veinte, época en quela ciudad estaba plagada de artistas que vivían una libertad que él no es capaz de afrontar.

Hemingway, Fitzgerlad, Dalí, Picasso, Buñuel, Gertrude Stein… desfilan por la pantalla retratados quizás de forma estereotipada, pero siempre fascinantes, fascinando al protagonista y fascinándonos a los espectadores en este juego de aparente intrascendencia al que nos invita a disfrutar Woody Allen (tal como hace con su atribulado protagonista) en esta película deliciosa plagada de sensibilidad e ironía.

Un eslabón más en la carrera de este cineasta único del que deseamos siga regalándonos películas, posiblemente anacrónicas, en una etapa de la cinematografía, la de los años presentes, en la que lo que prima es el espectáculo y la autoría más estridente. Allen se desliza suavemente por nuestra sensibilidad y nos hace sentir un ligero escalofrío de placer al comprobar que todavía nos resistimos al adocenamiento y a la vulgaridad reinante que, salvo honrosas excepciones, inundan en la actualidad las pantallas de los cines.

Calificación: ****

13/5/11

Los crímenes del museo de cera (Pedazo de Cartel XXIX)

¿Al cartel de qué película pertenece este "pedazo de cartel"?

Pista UNO: Renacer de mis propias cenizas puede que me haya agriado el carácter.


Pista DOS: La Historia del mundo está llena de personajes inmortales pero... donde se ponga Francia... Desde luego yo, los prefiero.


Pista TRES: ¿Quién ha dicho que la venganza es un plato que se sirve frío?

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Enhorabuena a: Athena, Anelva, David, Cinexim, Ricard, Agrimensor.



No se inserta el vídeo, pero recomiendo verlo. Tim Burton habla de las tres versiones. Pongo el enlace (pincharlo).



11/5/11

La ley del silencio

Cine Nostalgia. "La ley del silencio", una apología de la delación.

Elia Kazan hizo La ley del silencio para exorcizar sus propios fantasmas por la mala conciencia que arrastraba al haber delatado tan sólo unos años antes ante el Comité de Actividades Antiamericanas a un grupo de compañeros de profesión, antiguos afiliados al Partido Comunista.

Por lo que diría después en su autobiografía puede que ni siquiera quisiera acallar su “mala conciencia” y sus pretensiones fueran rehabilitar su posición en la industria argumentando su proceder y así convencer a sus compañeros de que cualquiera en sus circunstancias hubiera hecho lo mismo. En los círculos progresistas de Hollywood su nombre era repudiado y casi nadie en la profesión le dirigía la palabra.

El personaje de Marlon Brando (Terry Malloy) suelta frases a lo largo de la película que toda la industria consideraba salidas de la propia boca de Elia Kazan. “La conciencia. Eso puede volverme loco”, dice Terry Malloy en un determinado momento. En la película, el jefe del sindicato de trabajadores portuarios le dice a Terry: “Nos has delatado, Terry” y él responde: “Estoy aquí y ahora. Me he estado delatando durante todos estos años y ni siquiera me había dado cuenta”. Esta frase la repite en varias ocasiones en su autobiografía, publicada en 1988. La ley del silencio reconcilió a Kazan con la industria que, sin ningún atisbo de venganza, la premió con creces. Pero no reconcilió a su director con sus compañeros de profesión, que lo relegaron de su círculo privado, ya durante toda su vida.


La ley del silencio ganó nada menos que ocho Oscars (de los doce a los que fue nominada) entre los que se encontraban los de mejor película, director, actor y actriz secundaria. En sus memorias, Kazan diría. “Esa noche (la de la entrega de los Oscar) sentí el sabor de la venganza y lo disfruté. La ley del silencio es mi propia historia y mientras estaba rodándola cada día le decía al mundo de qué lado estaba, y a mis críticos, que se jodieran”. Desde luego, esta frase no corrobora para nada que cuando la rodó estuviera intentando hacerse perdonar.


Algunos consideraron la película una obra maestra enturbiada por su mensaje y por sus connotaciones con la propia historia personal de Kazan. Otros dijeron que era una bajeza utilizar una película para justificarse a sí mismo ante un hecho tan grave como la delación. Nada impidió que La ley del silencio fuese un gran éxito de crítica y de público al margen de las circunstancias extra cinematográficas que la rodearon. La película se beneficia de la interpretación poderosa de un Marlon Brando inconmensurable y después de esta interpretación, que dividió el trabajo de los actores en un antes y un después, muchos intérpretes siguieron su estilo, poniendo en primer término una forma de hacer que se llamó “el método” y que el propio Elia Kazan había creado junto a Stanislawsky en el Actor’s Studio, la mítica escuela de interpretación.


De Brando diría Kazan en sus memorias: “Si existe una mejor interpretación en toda la historia del cine que la de Brando en La ley del silencio, la desconozco”. El productor de la película Sam Spiegel, quería para el papel a Frank Sinatra y a Kazan le pareció correcto. Pero al final, Spiegel consideró que el cantante era demasiado bajito y delgado y se decidió por Marlon Brando, que era mucho más conocido. Kazan diría que tuvo que despedir a Sinatra cuando ya tenía confeccionado todo el vestuario, pero que el actor/cantante fue muy comprensivo y no le hizo ningún reproche, aunque sí que se disgustó por el trato recibido por Sam Spiegel.

La película, como sabemos, se basó en un hecho real, en la que un trabajador portuario intentó enfrentarse al sindicato del gremio, absolutamente corrupto y vendido a la patronal. En la vida real este trabajador no consigue vencer al sindicato aunque en la película, sí.

La ley del silencio es un híbrido de películas de gánsteres y el estilo neorrealista (o realista) importado del cine europeo, en especial del italiano.

La película aparece hoy como algo envejecida. El tono empleado para denunciar la corrupción y la historia de amor entre Brando y Eva Marie Saint están anticuados, pero queda intacto el trabajo de todo el grupo de actores, de entre los que fueron nominados al Oscar, Marlon Brando (ganador) Eva Marie Saint (ganadora) Lee J. Cobb, Karl Malden y Rod Steiger. Todos conseguirían la estatuilla en posteriores trabajos.

6/5/11

Tristana (Pedazo de Cartel XVIII)



Cartel Fin de Semana

¿Al cartel de qué película pertenece este "pedazo de cartel"?

Pista UNO: Una Caperucita que no tiene más remedio que crecer en la guarida del lobo.

Pista DOS: Este leñador tampoco me librará del sometimiento a la bestia.

Pista TRES: En casa y con la pata quebrada, ¡qué remedio!. Pero quien ríe el último, ríe mejor.

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Enhorabuena a: Cinexim, David, Ricard, Agrimensor, Anelva, Cine Club Hexágono-Nájera, Jesús del Val, Athena, Lughnasad, Alan Smtihee.


4/5/11

María Isbert

A propósito de su reciente fallecimiento (25/04/2011) es oportuno hacer recordatorio de una actriz que pasó por el cine español sin llamar demasiado la atención, pero llenando las películas en que intervino, pese a sus breves cometidos, de una gran humanidad.

    Humanidad sólo comparable a la de su padre, el (esta vez sí) reconocido y celebrado actor de Bienvenido Mr. Marshall, El cochecito o El verdugo.

    Digna hija de su padre, no sólo lo era por su gran parecido físico, sino también por su talento. Talento que, por desgracia, no pudo desplegar -al menos en el cine- en toda su magnitud.

    Nacida en Madrid en el año 1917, María Isbert creció entre bambalinas y ya con doce años interpretó su primer papel en las tablas.

En el teatro siempre fue más reconocida que en el cine, quizás porque durante esos años las mujeres que querían triunfar en la pantalla tenían que ser casi siempre grandes bellezones. Evidentemente, María era muy normal.

En el cine actuó por primera vez en el año 1945, en la película La vida empieza a medianoche, pero ya ese mismo año hace dos papelitos más: en El camino de Babel y en Ella y sus millones.

Es el comienzo de una ajetreada filmografía que no le dejaría respiro, pues cada año intervenía en una o varias producciones.

Fue como llegó a ser para el espectador un rostro muy reconocible, hasta el punto de que pasaba desapercibido y se tomaba como lo más natural que apareciera por allí haciendo un papelito, que dejaba al público con unas risas o una sonrisa, y desaparecía de escena.

Su físico y su voz rota la condicionó enormemente. Exactamente igual que a su padre, pero ella con menos fortuna. Sus papeles no podían ser sino criadas, solteronas, arrabaleras y cosas así donde tenía que poner su gracejo y desparpajo.

Por supuesto, su campo de acción fue la comedia. Siendo sincero y evitando la apología convencional inherente a toda semblanza de quien ha fallecido recientemente, María Isbert se movió en el cine por películas de calidad más que dudosa.

En todo caso, el cine de aquellos años era así, superficial y huía de toda trascendencia. No estaba el país para grandes películas (aunque las hubieron) y lo que predominaba era la atrascanada. El pueblo necesitaba divertirse.

En ese cine, se movieron grandes actores que sólo pudieron demostralo años después (José Luis López Vázquez, José Sacristán, Conchita Velasco...) lo que no fue el caso de María Isbert. Me refiero, por supuesto, a que no consiguió hacer protagonistas donde poder demostrar su vena tragicómica.

Su refugio fue (no podía ser de otro modo si quería demostrar su talento) el teatro. En todo caso, en el cine, siempre pudo decir que trabajó a las órdenes de Luis Buñuel (Viridiana) y con Marco Ferreri (El cochecito), junto a su padre.


Quizás habría que citar también su intervención en la gran película de Vicente Aranda Tiempo de silencio. Voy a prescindir de enumerar las películas en las que intervino, pues fueron decenas y decenas.

Digamos, antes de cerrar este respetuoso recordatorio, que María Isbert estuvo siempre por encima de las películas que la acogieron, por muy pequeño que fuera su papel y por muy insignificante que fuera esa película.

Con el fallecimiento de María no se acaba la saga de los Isbert, pues su hijo tuvo una carrera en el cine, en principio muy prometedora, que fue perdiendo fuelle según iba dejando atrás su físico de galán de los setenta.

Como su madre, Tony Isbert encontró refugio y reconocimiento en el teatro, del que parece que también se ha apeado ya que su nombre hace tiempo que dejó de sonar.


María Isbert trabajó en el cine hasta el año 2005 en le que intervino en tres películas de las que sólo se estrenó una: Semen, una historia de amor, dirigida por Daniela Fejerman e Inés París.